El consejero de Salud de Andalucía, Jesús Aguirre, ha visto la pandemia de la covid-19, más allá del dolor y muerte que ha traído, como una “oportunidad” para mejorar el sistema sanitario. Según ha destacado, durante los dos años de pandemia, ha sido posible incrementar la inversión sanitaria andaluza desde un 6,1% a un 7,4% del producto interior bruto de la región, lo que supone más de 3.000 millones de euros adicionales al año. Además, a consecuencia de la covid-19, se han incrementado las camas de ingreso en más de 1.500 y las de UCI en 500 adicionales y, por otro lado, el porcentaje de profesionales con plaza propia en Andalucía se ha duplicado hasta el 66%. Estos son solo algunos de los ejemplos que Aguirre ha puesto encima de la mesa para exponer la mejoría que se ha alcanzado en el sistema sanitario público andaluz en estos dos años.
Por todo ello, Aguirre se ha mostrado convencido de que el sistema sanitario saldrá “reforzado tras la pandemia” con nuevas infraestructuras, más profesionales y con una reforma de la salud pública, “que era la gran olvidada” y que servirá para hacer frente a las próximas pandemias, “que llegarán”.
Aguirre ha relatado todos estos cambios en el transcurso de su exposición en el Foro Salud organizado por Nueva Economía Forum y que ha contado con el patrocinio de Bidafarma. Pero no todo ha sido positivo. El consejero andaluz ha criticado duramente al Gobierno central ya que ha rechazado que se haya trabajado con cogobernanza. Según él, las comunidades autónomas supieron adecuarse al papel que tuvieron que jugar para vencer la pandemia, pero el Ejecutivo central “no lo ha aprovechado”. Según explicó, el Gobierno “dio muchos bandazos” y no fue capaz de aportar en los momentos más duros el material sanitario al que se comprometió, comportándose a veces “como un lastre”.
El consejero andaluz, aprovechando que ha sido presentado por el consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha roto una lanza por el ejecutivo madrileño y lo ha defendido ante los ataques que recibía del Ejecutivo de Pedro Sánchez. “No comprendíamos que el Gobierno rivalizara con Madrid; solo tenía que cohesionar y no lo consiguió porque su voluntad era imponer”, ha asegurado antes de recordar que una vez finalizado el estado de alarma las comunidades se vieron solas y sin herramientas legales para afrontar la pandemia.
Más allá, en materia de covid, el consejero ha defendido el papel del pasaporte covid por haber impulsado y estimulado la vacunación y se ha mostrado favorable a eliminar las mascarillas a los niños hasta 11 años en las escuelas a consecuencia de las dificultades para el aprendizaje que se puede producir por su uso. No obstante, ha recordado que aún estamos en pandemia y que las medidas de protección se deberían seguir utilizando en interiores. El consejero ha señalado que actualmente la incidencia se ha situado en un momento de estabilidad en un nivel elevado.
Por ese motivo, y dada la cercanía de celebraciones en torno a la Semana Santa y la Feria de Abril, ha pedido tener optimismo, pero también “cautela” ya que el virus “sigue ahí”. En este sentido, ha recordado que la covid-19 “ha venido a quedarse entre nosotros” y, una vez que superemos la pandemia tendremos que convivir con el virus.
Colaboración de la distribución y la farmacia
El consejero ha aprovechado su intervención para destacar la labor que han desarrollado tanto la distribución como las farmacias comunitarias en la lucha contra la pandemia. Respecto de Bidafarma, ha explicado que la colaboración en la logística de las vacunas de la covid ha permitido la gestión de casi 20 millones de dosis “de forma totalmente gratuita”. A este respecto, el presidente de la entidad, Antonio Pérez Ostos, ha destacado que “no se ha producido ni un solo deterioro” en las vacunas gestionadas ya que se trata de “especialistas en el medicamento”. Además, el presidente de Bidafarma ha querido ofrecer la colaboración de su distribuidora a todas las comunidades autónomas que les pida ayuda ya que, según ha manifestado, cree “fervientemente en la colaboración público privada”.
Más allá, Aguirre también ha destacado que a partir del 14 de marzo de 2020, cuando cerraron los centros de salud y los hospitales de cara al público general, las farmacias “quedaron abiertas”. Además, ha recordado que se buscó la manera de que los pacientes no dejaran de tomar sus medicamentos a través de diferentes procedimientos. Por todo ello ha calificado a las farmacias, como un agente “prioritario” y que en la pandemia estuvo “en las trincheras” de la lucha contra la covid-19, siendo un “baluarte y un apoyo” para el sistema.
Respecto de las subastas, Aguirre ha defendido la decisión tomada en diciembre de 2020 de acabar para siempre con este sistema pese a que tenían “claro” que iba a costar “muchos millones de euros”. No obstante, “en beneficio de los pacientes, había que eliminarlas” ya que, según ha explicado este sistema producía una triple inequidad en Andalucía con respecto a otras comunidades autónomas, en concreto, en relación con el acceso a los medicamentos, la libertado de prescripción y la adherencia terapéutica.
Historia clínica única
Aguirre también se ha mostrado favorable al desarrollo de una historia clínica única para los pacientes que sirva tanto para el ámbito público como privado. “Lo primero que tenemos que saber los gestores de la sanidad pública es que la historia clínica no es nuestra, sino del paciente”, ha asegurado, por lo que se ha mostrado convencido de que lo mejor es que el paciente tiene que llevar para poder completarla en la sanidad pública y privada.
A este respecto, ha asegurado que el farmacéutico “también tiene que tener acceso” para poder aportar los medicamentos OTC que está tomando el paciente. Para el consejero andaluz, “sumar recursos público-privados en la historia clínica única digital beneficia al paciente”.
