El consenso sobre la creación de un gran pacto sanitario, incluido entre los puntos del preacuerdo que el PP de María Guardiola ofreció a Vox para lograr un acuerdo de Gobierno en Extremadura. La postura del PP de encabezar un Ejecutivo en solitario y las presiones de Vox por obtener varias consejerías, finalmente no han encontrado un punto de consenso y ello ha llevado a que en el primer ‘asalto’ de la legislatura, la presidencia de la Asamblea de Extremadura se fuera a manos de la socialista Blanca Martín.
La escenificación del desacuerdo extremeño entre las fuerzas de derecha en Extremadura, que tienen en su mano el gobierno de la comunidad se ha podido observar este mismo martes en la conformación del parlamento extremeño. PP y Vox acudían sin que la oferta del PP de ofrecer la presidencia a la Asamblea, no cuajaran en el ánimo de los conservadores. El resultado se ha saldado con que ante el desencuentro, el PSOE contra todo pronóstico se alzara con la presidencia de la cámara. Esta situación abre con certeza la posibilidad de que, ante la falta de acuerdo, se pueda volver a repetir el proceso electoral, una posibilidad que no desea ninguna de las formaciones, pero a la que se ve abocada la realidad extremeña, si no hay cambio en los próximos días. La investidura del nuevo presidente ha de hacerse la semana que viene.
El acuerdo ofertado por el PP a Vox cuenta con un importante calado sanitario, en el que oferta un pacto por la sanidad. Dicho plan se concreta en una iniciativa contra las listas de espera, con la puesa en marcha de un programa de espera única y voluntaria. Igualmente proponen un nuevo marco de Atención Primaria, así como un programa que permita activar nuevas fórmulas que atraigan a profesionales, con especial atención a los pueblos, con el objeto de dotar de servicios públicos básicos al medio rural.
Nicolas Gonzalez Casares: