“La única forma de revertir la dependencia de terceros países es incentivar a las empresas europeas a quedarse en territorio europeo, y a las nuevas empresas que se establezcan aquí”. Así lo asegura Mila Jové de Santisteban, directora General de la Asociación Española de Fabricantes de Productos de Química Fina (Afaquim),
Las palabras de Jové de Santisteban analizan la actual situación de dependencia que padece el continente europeo, donde el 56% de APIs para la fabricación de medicamentos procede ya de países como Indía y China. O al hecho de que hoy en día “fabricar en China es hasta un 40% más barato, debido sobre todo a los menores costes laborales y medioambientales”, según señala la experta.
La directora de Afaquim considera que la UE debe hacer un esfuerzo y garantizar una serie de “ayudas directas a la producción nacional, incentivos fiscales, una presión regulatoria que no ahogue a las empresas en burocracia y gastos, y una política de compra de medicamentos que premie el uso de principios activos fabricados en Europa”.
Mila Jové ha realizado estas manifestaciones en una entrevista realizada por ‘En Genérico’, órgano de difusión de Aeseg, donde valora la actual situación de la producción de medicamentos por principio activo en el continente y analiza algunas de las claves del futuro, donde destaca que España, es actualmente una potencia europea en producción de principios activos.
Afaquim es la Asociación Española que aglutina a las empresas españolas de fabricación de principios activos para medicamentos. Cuenta con más de 40 plantas de fabricación en España, distribuidas por todo el territorio. En la actualidad la entidad la componen con 36 empresas afiliadas, con una facturación agregada que supera los 2.500 millones de euros, y generando casi 10.000 puestos de trabajos, estables y bien remunerados y otros 25.000 empleos indirectos. España es el segundo país europeo en fabricación de principios activos, sólo por detrás de Italia.
Desde esta entidad se ha venido manteniendo una política de reclamar “tanto a Europa como a España una apuesta decidida para apoyar la producción Europea de Principios Activos Farmacéuticos para lograr una autonomía estratégica sanitaria”. Según explica la directora general, “estamos alineados con la propia Comisión Europea en la pretensión de robustecer al máximo las cadenas de suministro europeas aumentando así su autonomía estratégica frente a otros países, como los asiáticos”.
Y ello, recuerda, “es fruto de lo aprendido durante la reciente pandemia, en que se puso de manifiesto una dependencia excesiva de terceros países en muchas de las cadenas de suministro que fueron claves en ese tiempo, siendo una de las más importantes la del medicamento, de la cual su primer eslabón es precisamente el principio activo”.
La representante de Afaquim, califica de “preocupante” caída de la fabricación de principios activos en Europa. Como ejemplo, asegura, en el año 2000 Europa contaba con el 53% de la producción mundial de principios activos, sin embargo, en el 2020, este porcentaje ha decaído hasta el 33%. Los altos requerimientos medio ambientales y los sobrecostes de fabricar en Europa han hecho que desde finales del siglo pasado, poco a poco se haya ido trasladando la fabricación a otros países en los que fabricar es más barato. Por ejemplo, fabricar en China nuestros principios activos es entre un 20% y un 40% más barato que fabricar en Europa.
Otros aspectos que han colaborado a esta migración de las producciones a países asiáticos han sido “las políticas de compra de medicamentos que desde hace varios años han primado únicamente el precio sin tener en cuenta ningún otro tipo de consideración”. Igualmente indica, “los costes de fabricación se han incrementado exponencialmente los últimos años pero al no poder repercutir estos sobrecostes en los precios finales de venta, se está poniendo en peligro la fabricación de algunos principios activos que ya no son rentables, y están despareciendo de los portfolios de la empresas españolas y europeas”.
Por todo ello Jové de Santisteban reclama que “existan unas reglas de juego iguales para todos, independientemente del lugar del mundo en que se fabrique para que la competitividad de las empresas europeas no se vea mermada en relación con empresas de terceros países, como está sucediendo hoy en día”.
Además, de la pérdida de fabricación de los principios activos la responsable de la entidad asegura que “como segunda consecuencia, continuarán las deslocalizaciones de empresas fuera de territorio europeo. De esta manera, empresas europeas sufrirán consecuencias directas como son tener que hacer despidos de plantillas al menguar su producción, como ya ha pasado en España que varias empresas que se han visto obligadas a hacer ERTEs, o ya en último extremo, empresas que deban cerrar”.
A pesar de que en 2022 las empresas de Afaquim han aumentado su facturación un 5,8% en relación con el año anterior, superando los 2.578 millones de euros. El crecimiento fue más moderado pero siguió siendo positivo, lo que supone “un gran logro en la coyuntura global en la que nos encontramos”.
Sin embargo, la directora general indica que la situación actual “las empresas explican muy bien lo sucedido con la siguiente frase: Hemos facturado más que nunca y hemos tenido menos beneficios que nunca”.
Por ello “afrontamos los próximos años con mucha prudencia ya que dependemos de un contexto global lleno de incertidumbre y de una presión reglamentaria que impactará a las decisiones de inversión, a los precios de productos y a los costes de producción”.
Si bien Mila Jové lanza también un mensaje positivo: “Trabajamos codo con codo con la Administración, tenemos grandes sinergias con otras Asociaciones de la cadena de valor del medicamento, nacionales y europeas, y confiamos en nuestra fortaleza como sector y en todo lo que aportamos a la salud de las personas”.