Terapéutica

Los FAP andaluces participan en el plan de reducción de casos de adicción a opioides prescritos

La Consejería de Salud de Andalucía establece un procedimiento para identificar a estos usuarios en atención primaria y ofrecerles un plan personalizado que facilite su deshabituación.

La Consejería de Salud y Consumo de Andalucía ha desarrollado un procedimiento para tratar a pacientes con adicciones a opioides prescritos médicamente, buscando reducir la incidencia de estas adicciones.

El plan está enfocado en individuos que, a raíz de una prescripción médica para aliviar el dolor, han caído en un patrón de abuso o dependencia del medicamento. Esto no solo resulta en un significativo deterioro o malestar clínico, sino que también puede llevar al consumo de opioides ilegales, como heroína o fentanilo ilícito, acarreando consecuencias negativas.

La primera fase del procedimiento consiste en identificar a los usuarios con Trastorno por Consumo de Opioides (TCO). Estos son generalmente pacientes que han incrementado la dosis del medicamento más allá de la originalmente prescrita y que visitan frecuentemente los servicios médicos solicitando nuevas recetas, sin un propósito analgésico. En la mayoría de los casos, no reconocen su dependencia, y podría surgir un rechazo al ser confrontados con esta realidad en la consulta.

Para abordar este desafío, la Consejería ha iniciado un esfuerzo colaborativo entre los profesionales involucrados, apuntando a lograr un manejo óptimo del dolor en estos pacientes.

Sistema de Detección Continua

Los Servicios de Farmacia de Atención Primaria emplearán un sistema de información para identificar a pacientes con un consumo abusivo de opioides a partir de las recetas.

Los médicos de los pacientes identificados recibirán estos datos y desarrollarán un plan de acción personalizado, realizando un seguimiento continuo. Se excluirán de este listado a los pacientes cuya situación clínica (por ejemplo, cáncer, enfermedades avanzadas, condiciones terminales, etc.) los haga no aptos para esta intervención.

El procedimiento requiere que únicamente un médico del sistema sanitario público prescriba opioides a un paciente para evitar redundancias o recetas en papel. Especial atención se pondrá en los servicios de urgencia para identificar pacientes con Trastorno por Consumo de Opioides (TCO) y evitar añadir nuevas prescripciones crónicas de opioides. La receta electrónica es esencial en este proceso, ya que permite tener un registro único de medicamentos prescritos para cada paciente.

Deshabituación en Consultas de Atención Primaria

Los médicos de Atención Primaria evaluarán la situación clínica de los pacientes identificados e iniciarán el tratamiento más adecuado. Se propondrá la retirada gradual de la prescripción, acordada con el paciente, en casos donde el dolor se haya resuelto, se observe ineficacia del tratamiento, un uso prolongado, o un balance riesgo/beneficio desfavorable.

Se implementarán pautas de desescalada que incluyen ajustes farmacológicos y apoyo psicológico y social. Un equipo multidisciplinar apoyará al médico de familia en la retirada gradual de la prescripción de opioides. Dicho equipo estará compuesto por farmacéuticos, enfermeros, trabajadores sociales, y otros profesionales de Salud Mental, Unidades del Dolor y Centros de Tratamiento Ambulatorio de Adicciones (CTA).

Desarrollarán protocolos clínicos locales y Planes de Acción Personalizados basados en guías y protocolos de referencia. Dependiendo de la evolución del paciente, se considerará la derivación a unidades de apoyo específicas, contempladas en los protocolos locales.

Derivación a Otros Recursos

Cuando sea necesario, el médico de familia informará al paciente sobre la necesidad de continuar su tratamiento en un CTA, Unidad del Dolor, o con equipos de salud mental, y procederá con la derivación. Esta es especialmente recomendada para pacientes con un perfil adictivo pronunciado, con una capacidad de control deteriorada, conductas aberrantes, o un consumo problemático de otros fármacos o drogas que no se usan para aliviar el dolor.

Los Centros de la Red Pública de Tratamiento de Adicciones se destacan como referentes en la implementación de tratamientos integrales y biopsicosociales para la dependencia de sustancias. Estos tratamientos abarcan la desintoxicación y deshabituación, además de ofrecer apoyo psicológico y social.

Para los pacientes con Trastorno por Consumo de Opioides (TCO) que continúan experimentando dolor moderado a severo, se aconseja su derivación a las unidades del dolor, donde se evaluarán las distintas opciones terapéuticas disponibles. Asimismo, los pacientes con depresión grave o no controlada, riesgo de suicidio, enfermedad mental grave o rasgos de personalidad rígidos pueden ser derivados a los Equipos de Salud Mental.

Consumo de Opioides

En 2022, los profesionales médicos del Servicio Andaluz de Salud prescribieron opioides a 47.362 pacientes, un incremento del 8,8% en comparación con el año 2018. Sin embargo, con la implementación del procedimiento de visado de receta para el fentanilo de liberación inmediata en julio de 2021, se observó una reducción en el crecimiento del consumo de estos medicamentos, registrando un descenso del 0,4% en 2022. El visado ha sido instrumental para controlar el uso indebido de este opioide en particular.

Desde la Subdirección de Farmacia del SAS, se enfatiza que "la prevalencia de pacientes con Trastorno por Consumo de Opioides de prescripción, independientemente del opioide inicial, sigue siendo significativa y la calidad de vida de estos pacientes se ve gravemente afectada".

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