Al igual que hay fármacos que por separado ofrecen un efecto determinado, pero que unidos aportan sinergias, el sistema público y la industria farmacéutica pueden sumar sinergias para posicionar a España como “un centro de producción de medicamentos, que fortalezca su imagen internacional”. Este ha sido el símil que la ministra de Sanidad Mónica García ha utilizado para anunciar que “en los próximos meses”, Ministerio e industria estarán en condiciones de presentar una nueva estrategia dirigida respaldar la soberanía de fármacos en el país.
García, que ha realizado estas afirmaciones durante su intervención en el FORO IV Wake Up, organizado por El Español e Invertia, concibe la colaboración del Gobierno de España (en la iniciativa también participan los ministerios de Ciencia y de Industria) como una estrategia ‘win to win’ con el sector privado. La estrategia tiene un carácter “puntero” en palabras de la ministra y es “fruto de la colaboración entre el Gobierno y diversas empresas del sector farmacéutico”.
El primero de los objetivos de la estrategia, desde el punto de vista del ministerio es “evitar la dependencia”. Según ha explicado, durante la pandemia “España fue un país dependiente” en la adquisición de principios activos y medicamentos; ello lleva a que “necesitamos tener una reserva estratégica y nuestra propia cadena de producción, que nos haga no depender de cadenas de producción ajenas que en un momento dato se cortan”.
La estrategia farmacéutica española se realiza en el contexto de la estrategia farmacéutica europea, constituida en a finales del mes de abril de año pasado y se basa en 4 pilares: garantizar el acceso de los pacientes a medicamentos asequibles y abordar necesidades médicas no satisfechas (por ejemplo, en los ámbitos de la resistencia a los antimicrobianos y las enfermedades raras); fomentar la competitividad, la innovación y la sostenibilidad de la industria farmacéutica de la UE y el desarrollo de medicamentos de alta calidad, seguros, eficaces y más ecológicos; mejorar los mecanismos de preparación y respuesta ante las crisis y las cadenas de suministro diversificadas y seguras, y subsanar la escasez de medicamentos; y velar por una voz firme de la UE en el mundo promoviendo unos altos estándares de calidad, eficacia y seguridad.