El anteproyecto de Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios redefine el funcionamiento y los efectos de la disposición adicional sexta, con implicaciones clave para la industria y para el Sistema Nacional de Salud (SNS).
Como ya se sabía, la nueva redacción de la norma amplía el ámbito de aplicación de la tasa por volumen de ventas más allá de las oficinas de farmacia, incluyendo todos los medicamentos y productos sanitarios financiados por el SNS, sea cual sea su canal de dispensación. Esto supone que, por primera vez, se exigirá aportación también por las dispensaciones hospitalarias, que en el caso de los productos sanitarios suponen más de 6.000 millones de euros anuales, según Hacienda.
No obstante, una de las novedades más relevantes se centra en la gobernanza y el papel que la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE) tendrá en la gestión de los fondos disponibles y la decisión de su destino y, por otro lado, que se podrán dirigir a “organismos y departamentos de las diferentes administraciones públicas que lleven a cabo o participen” en actuaciones relacionadas con las que el programa prevé financiar. Es decir, que Hacienda podrá destinar fondos procedentes de los laboratorios a un ministerio o comunidad autónoma que justifique de algún modo un uso relacionado con los fines, pero sin estar integrado en el sistema sanitario.
Impacto económico e incentivos
En cuanto a las cifras, la memoria estima que la aplicación del nuevo modelo, con la ampliación al entorno hospitalario, permitiría alcanzar una recaudación total de alrededor de 351 millones de euros anuales. Esta se desglosa en tres grandes bloques: los 140 millones actuales del modelo vigente, más 126,6 millones por medicamentos hospitalarios y 84,5 millones por productos sanitarios en ese ámbito.
El anteproyecto modifica además el régimen de deducciones por participación en el programa Profarma. Las empresas clasificadas como ‘aceptables’ sufrirán una rebaja de su deducción (del 5% al 3%), mientras que las catalogadas como ‘buenas’ o ‘muy buenas’ verán incrementado su beneficio en un punto porcentual. Se contempla también una minoración de la aportación para aquellos productos que consigan el precio más bajo dentro de su agrupación homogénea, con el objetivo de estimular la competencia en los conjuntos de referencia. Según los cálculos incluidos, esta medida tendría un impacto moderado en los ingresos, con reducciones estimadas entre 240.000 y 14 millones de euros según el escenario.
Como novedad destacada, se propone la creación de un programa similar a Profarma específico para productos sanitarios, con el fin de incentivar su competitividad e innovación. Su puesta en marcha se condiciona al desarrollo posterior de su estructura.
Para la gestión adecuada de las aportaciones en el ámbito hospitalario, se establece también la obligación de declarar el volumen y precio de adquisición real en hospitales.