El marco del Congreso Mundial de Farmacia que se está celebrando en Ciudad del Cabo (República Surafricana) ha servido de marco para la presentación por parte de la Federación Internacional de Farmacia (FIP) de una nueva declaración en la que aboga por la integración de las farmacias comunitarias dentro de los sistemas sanitarios de los países.
En concreto la declaración de la FIP aboga por la explotación de la farmacia en base a seis recomendaciones que pasan por el reconocimiento en primer lugar de estos establecimientos como puntos “esenciales para un sistema de salud funcional y eficiente”.
En ese sentido, hace un llamamiento a los Gobiernos, los cuales “no sólo deben defender este modelo de farmacia comunitaria, sino también aprovechar las farmacias comunitarias para la prestación de atención primaria de salud integrada, reduciendo así la presión sobre los equipos de medicina general y los departamentos de emergencia, y haciendo un mejor uso de la limitada fuerza laboral de salud y otros recursos”.
Igualmente, desde la FIP se hace un llamamiento a la colaboración, tanto entre los farmacéuticos que trabajan en diversos entornos y otros profesionales de la salud. Esta cuestión además. “debe estar adecuadamente regulada”, señalan.
Por otro lado, pondera el papel de los órganos reguladores profesionales de la farmacia y reclaman “un regulador profesional farmacéutico que pueda establecer mecanismos para garantizar los más altos estándares de práctica”.
La FIP también señala como cuestiones esenciales para el desarrollo de la atención farmacéutica, “promover la salud y la alfabetización digital entre el público”; fomentar la colaboración y la atención primaria de salud integrada; proporcionar el apoyo necesario, como educación, formación y campañas de sensibilización sobre habilidades digitales; garantizar la relevancia internacional y la alineación de las prácticas y estándares farmacéuticos, así como establecer marcos sólidos de gobernanza e implementación para garantizar la adopción exitosa y la sostenibilidad de estas recomendaciones.
Evolución
Desde la FIP se considera como hecho probado que “en todo el mundo, la práctica farmacéutica ha evolucionado, y continúa evolucionando, hacia la prestación de atención farmacéutica y una gama de servicios de atención primaria de salud centrados en la persona”.
Entre estos servicios señala el uso responsable, seguro, eficaz y rentable de los medicamentos; la capacidad de empoderar a las personas, a través de la promoción de la salud y el autocuidado, así como la mejor capacidad de detección de enfermedades. También la farmacia se ha mostrado clave en la aceptación social de las vacunas, la lucha frente a las RAM y en la colaboración con otros servicios públicos para reducir las vulnerabilidades y el impacto de los determinantes sociales en la población.
Por ello, desde la FIP aseguran que “para lograr un modelo de práctica farmacéutica totalmente centrado en la persona y orientado al servicio, es esencial definir a las farmacias como centros de atención médica, designar a los farmacéuticos como proveedores de atención médica y proporcionar un marco legislativo y regulatorio propicio”.
Junto a ello la federación internacional señala como “igualmente importante” definir y establecer mecanismos de financiación que hagan que la prestación de estos servicios sea equitativa y sostenible. “Para garantizar que las farmacias sean reconocidas y funcionen como establecimientos de salud, en lugar de simplemente como comerciantes, los gobiernos deben prestar estrecha y profunda atención a la práctica farmacéutica y apoyar el desarrollo de un entorno de práctica farmacéutica más saludable”, asegura la FIP.