Superas las inequidades en el acceso a terapias innovadoras, especialmente en el caso de las CAR-T, mejorar la agilidad en la aprobación en España de los tratamiento oncológicos más innovadores y sobre todo garantizar la igualdad territorial, han marcado gran parte de las demandas que profesionales, pacientes e investigadores han planteado en el encuentro organizado por la Fundación CRIS contra el cáncer, que ha acogido este jueves el Senado.
Desde esta Fundación se plantean la necesidad de aplicar una “voluntad política” a la mejora del acceso a estas nuevas terapias, que pasan en primer lugar por una actualización del actual Plan de Abordaje de Terapias Avanzadas, aprobado hace 6 años en España.
Junto a ello, reclaman también la una mayor agilidad en los tiempos de aprobación de los tratamientos oncológicos innovadores, reduciendo la actual brecha temporal, 180 días de media en la UE y 629 en España. El objetivo es que el acceso acelerado se pueda facilitar tan pronto como la agencia reguladora europea dé su visto bueno.
Reclaman también una reducción de la burocracia en la autorización de ensayos clínicos en terapias innovadoras, el desarrollo de infraestructuras y formación entre los profesionales y finalmente un mayor apoyo a la investigación.
CRIS contra el cáncer llama la atención especialmente sobre las denominadas CAR-T, sobre las que demanda que “sean una realidad para los 2.000 pacientes que anualmente no responder a la primera línea de tratamiento”.
Los resultados de estas terapias como tratamiento personalizado se han convertido ya en una revolución, sin embargo desde esta entidad reclaman que tanto la aprobación de estas terapias, o nuevos usos de ellas, es más lenta en España que en otros países. Desde esta fundación aseguran que dentro de 10 años, “solo se utilizarán CAR-T para este tipo de pacientes”, por ello, señalan es precisamente necesario dotar de recursos a los centros hospitalarios y formar a los profesionales.
La cuestión territorial también ha sido abordada durante la jornada como un elemento que facilita que se puedan producir desigualdades. Actualmente, aseguran, “los centros de referencia no están distribuidos de manera homogénea en el territorio español y muchas provincias carecen de centros autorizados”. Igualmente, los procesos de valoración para el uso de estos tratamientos tampoco son homogéneos, lo que provoca que los accesos sean diferentes entre territorios.