La farmacia española se ve como un actor indispensable para abordar los retos que plantean los problemas de salud en España. Así lo ha señalado este miércoles Tamara Peiró, responsable del Área Asistencial del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof), que este miércoles ha participado, junto a otros expertos en la presentación en España de la décima edición del informe de salud Stada Health Report, una encuesta representativa de alrededor de 46.000 personas de 23 países europeos.
El parecer de Peiró ha sido ratificado por los ponentes que han participado en el encuentro y que consideran que solamente desde una colaboración interdisciplinar se pueden afrontar estos retos.
“Alrededor de un 35% de la población está diagnosticada con alguna patología y esto va en aumento, si lo asociamos además al envejecimiento, que ha aumentado un 137% en el último año en nuestro país”, asegura la responsable del Cgcof. “Desde la farmacia vemos cada día situaciones en las que los pacientes necesitan cambios de tratamiento, o nos encontramos faltas de adherencia lo que conlleva la necesidad de poder comunicarlo al instante”, explica. “Necesitamos urgentemente un sistema de intercomunicación que sea general, nacional, y que esté protocolizado. Tendríamos que apostar más por esa comunicación para que no haya medidas aisladas que luego no se puedan poner en práctica a nivel global”.
En este sentido, Juana Sánchez, médico de la Sociedad Española de Medicina General, también apuesta por “una mayor comunicación bidireccional entre la farmacia comunitaria y la atención primaria, especialmente cuando se detecten problemas de adherencia a los tratamientos o la necesidad de ajustes terapéuticos. No puede haber medidas aisladas que no se apliquen de manera global. Es crucial que todas las actuaciones estén protocolizadas a nivel nacional. Si fomentamos la prevención y mejoramos la coordinación entre los diferentes actores del sistema sanitario, podremos reducir los costos a largo plazo y mejorar significativamente la salud de la población”.
Peiró ha participado junto a Juana Sánchez, Ana López Trenco, vocal de salud mental del Foro Español de Pacientes; y Mar Fábregas, directora general de Stada, en un encuentro que por un lado ha evidenciado la situación del elevado crecimiento de los problemas de salud mental en nuestro país y por otro la necesidad de adoptar medidas interdisciplinares que puedan aportar un mejor manejo de estos problemas.
Los datos del Stada Health Report ponen de relieve el estado de la situación: El 62% de los españoles describe su salud mental como buena, una cifra 13 puntos superior que en 2022 (49%), aunque denotativa de que casi el 40% no lo ve así, Además el 48% de los españoles afirman experimentar sentimientos de soledad, lo cual se agrava en la población más joven, con una cifra del 65% entre los menores de 35 años. Entre las razones que explican este sentimiento de soledad destacan la falta de tiempo para un mayor contacto social, el exceso de trabajo, la pérdida de seres queridos o el exceso de tiempo en las redes sociales o videojuegos. En 2024, tan solo 4 de cada 10 españoles afirman realizar las revisiones periódicas de salud. Es un resultado que muestra una amplia oportunidad de mejora para el sistema y que puede aportar resultados en salud predecibles. Desde las políticas de salud, es esencial fomentar aún más la prevención, promoviendo hábitos de vida saludables, programas de envejecimiento activo y de detección y cribado precoz de posibles enfermedades.
En España en comparación con países de nuestro entorno, todavía queda camino por recorrer, especialmente en la prevención y la detección precoz. Así lo señala Mar Fábregas, directora general de Stada en España, que considera que “una mayor colaboración interdisciplinar aporta beneficios significativos en términos de una detección más temprana y un tratamiento más integral de los problemas de salud mental.”
Ana López Trenco, vocal de salud mental del Foro Español de Pacientes, reafirma esa idea al señalar que “trabajar una buena planificación estratégica. Es esencial proporcionar información a los pacientes y recomendarles que se unan a asociaciones donde puedan recibir formación y participar activamente en su proceso de recuperación, fomentando programas de psico y fármaco educación. La clave no está en abordar el problema cuando ya ha estallado, sino en prevenir y actuar con anticipación. Esto evitaría, entre otros problemas, que se psiquiatricen problemas de la vida diaria, que colapsan el sistema”.
