Vicente Payá, presidente de la Asociación Empresarial de Farmacéuticos Valencianos (Farval), ha asegurado que el nuevo modelo de dispensación farmacéutica a residencias (Resi-EQIFar) planteado por la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, aumentará el gasto público en la dispensación de medicamentos. Payá hace referencia, de cara a argumentar su posición, al Observatorio del Medicamento de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) de este mes, que advertiría de una "lenta pero sensible vuelta a la dispensación en las farmacias de los medicamentos que antes se dispensaban en los hospitales en algunas comunidades autónomas". "Sin embargo", añade, "en la Comunidad Valenciana la intención de la Conselleria es aumentar el peso de la farmacia hospitalaria, en busca de unos teóricos ahorros".
En este sentido, desde Farval han mostrado su desconocimiento sobre el origen de los datos que avalan el supuesto ahorro que prevén las autoridades valencianas, y señalan que este modelo "no obedece a ninguna reclamación social, a diferencia de lo que argumenta la Conselleria". "De hecho", continúa Payá, "el posicionamiento de todos los agentes implicados ha ido en contra del modelo: ni pacientes, ni residencias, ni farmacias lo aprueban", y pone en cuestión "el axioma de que la gestión pública es mejor que la privada".
Dicho esto, desde Farval reconocen que Resi-EQIFar tiene puntos positivos, como el acceso a los historiales farmacoterapéuticos de cada paciente por parte de un farmacéutico sociosanitario de cada área, que serviría, dicen, para coordinar al personal de los centros sociosanitarios, médicos prescriptores y farmacias y detectar posibles desajustes o redundancias. "Pero esto únicamente es así porque no se permite el acceso a las farmacias comunitarias a estos historiales, ya que cualquier farmacéutico titulado podría realizar esta función", matizan.
Defensa de la gestión privada
Así, para Farval, hay principios que debería recoger cualquier modelo de prestación farmacoterapéutica a centros sociosanitarios, que son: gestión privada, para no incrementar el gasto público con costosas instalaciones que puedan quedar inútiles por cambios en el mercado; para garantizar la atención personalizada que no puede atender, según ellos, la farmacia hospitalaria por el volumen de pacientes que reciben, y para, a través de los propios ajustes que se consiguen con la economía de mercado, garantizar la calidad de la atención al paciente. "Si una oficina de farmacia no hace bien su trabajo, el cliente cambia de proveedor, cosa que no podrá ocurrir si un macrocentro de dispensación farmacológica a centros sociosanitarios, no hace bien su trabajo", subrayan.
Además de la gestión privada, desde Farval llaman a iniciativas que contribuyan a un adecuado control del gasto, y proponen, para ello, estudiar la creación de una figura de farmacéutico sociosanitario con acceso a toda la información de los historiales farmacoterapéuticos/clínicos.