La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) ha publicado un decálogo para el buen uso de redes sociales dirigido a farmacéuticos comunitarios. El motivo de la elaboración y publicación del documento, tal y como se explica en el mismo, se debe a que las redes y la comunicación on line forman parte de la vida diaria.
En este sentido, según los datos del Observatorio Nacional de Telecomunicaciones y la Sociedad de Información, apuntan que el 60% de los internautas en España, de los 31 millones existentes, buscan información sobre salud en la red.
Por ello, la Comisión de Nuevas Tecnologías de Sefac ha redactado dicho decálogo, cuyo objetivo no es solo orientar al farmacéutico comunitario cuando se comunica con el paciente, sino también establecer las bases que deben regir en una información sanitaria de calidad y fiable.
Ante todo, señalan en el propio decálogo, que no hay que olvidar que deben respetarse los mismos límites éticos y profesionales de la relación presencial farmacéutico-paciente.
El decálogo, también destaca que debe respetarse la confidencialidad del paciente, recordando la protección de los datos personales y los perjuicios que pudieran generarse al tratarse temas relacionados con la salud.
No incurrir en publicidad
Por otro lado, el documento relaciona las pautas a seguir respecto al contenido, “cómo deben ser las preguntas a los pacientes, evitando incurrir en actos de publicidad de medicamentos o productos sanitarios”. Además, se recuerda, ante todo, el carácter público del medio y que se debe comprobar la veracidad de los contenidos sanitarios antes de publicarlos o compartirlos.
Por último, contempla un último apartado en el que se recogen las pautas a seguir en la comunicación entre paciente y otros profesionales sanitarios, en el que matiza que “debe diferenciarse el uso personal del profesional”, con el objetivo de no confundir en ningún momento a los pacientes. Y para concluir, recuerda que la presencia activa como profesionales sanitarios en las redes implica la apertura al público en un ‘nuevo mostrador’ donde deben mantenerse las normas de ética y profesionalidad que caracterizan al sector.