La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) hizo una serie de recomendaciones el pasado viernes, 27 de marzo, para gestionar el incremento de la demanda de medicamentos usados en pacientes ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos, que estaría produciendo, según la Agencia, "tensiones puntuales en el suministro de algunos centros sanitarios", tensiones que ya habían confirmado a Diariofarma la semana pasada.
Confirman que llevan semanas "trabajando para intensificar la producción y distribución de este tipo de fármacos", pero dadas esas "tensiones puntuales", hacen una serie de recomendaciones para optimizar la gestión de estos tratamientos. Antes de eso, recuerdan que, "de manera general, un mismo principio activo puede estar comercializado por más de un titular". No obstante, confirman que va a "reforzar el stock de los estos medicamentos con comercializaciones excepcionales en otros idiomas y la disponibilidad de medicamentos extranjeros".
Dentro de los de medicamentos afectados por ese aumento de demanda incluyen a los bloqueantes neuromusculares, de los que se les han notificado "problemas de suministro". Citan concretamente el cisatracurio, y aconsejan que, "dado que el stock de este medicamento no cubre enteramente la demanda creciente, se establezcan criterios de priorización de este medicamento". Concretamente, "hasta disponer de garantías de un suministro suficiente", recomiendan priorizar su uso "para procedimientos en cuidados intensivos en pacientes que presenten deterioro de la función renal o de la función hepática". "En el resto de circunstancias en las que sea requerido el empleo de un fármaco bloqueante neuromuscular se debería seleccionar (si las condiciones del paciente lo permiten) la otra alternativa disponible, el rocuronio", añade la Aemps.
La Agencia reconoce también una "demanda importante" de midazolam, para la que se recomienda, "siempre que sea posible, evitar su uso innecesario". Precisan, a este respecto, que "la utilización de midazolam junto con fentanilo es la opción recomendada para la sedo-analgesia inicial en su fase de sedación profunda con bloqueo neuromuscular, reservando la utilización de propofol y remifentanilo cuando se inicie la mejoría en la oxigenación para poder así aplicar estrategia de analgo-sedación". En cuanto a la dexmedetomidina, ésta quedaría "reservada para ayudar a la desconexión de la ventilación mecánica en los casos que esté dificultada por delirio con o sin agitación psicomotriz".
La Aemps subraya la conveniencia de "tener protocolizada la actuación, así como extremar la monitorización para conseguir los objetivos sin sobredosificar los fármacos".
Confirman que la importación de nuevas unidades de estos medicamentos "ya está en marcha", y piden a los encargados de su gestión que consulten la aplicación de medicamentos en situaciones especiales (MSE) "para informarse sobre su disponibilidad".
Por último, la Agencia admite la existencia de problemas de suministro con azitromicina para administración intravenosa, de la que ya había informado este periódico. En este caso, estarían "ultimando las gestiones para importar unidades como medicamento extranjero". Hasta que esas unidades no estén disponibles, aseguran que "no hay problemas con la azitromicina oral", por lo que plantean la posibilidad de "administrar los comprimidos orales por sonda nasogástrica en aquellos pacientes que no puedan deglutir".
Para concluir su comunicado, la Aemps llama a "la responsabilidad", con el objetivo "de que estos medicamentos estén a disposición de los profesionales sanitarios de manera ajustada a las situaciones clínicas a las que tienen que hacer frente".