Díaz-Varela: "Sin fábricas de genéricos en nuestro mercado, la respuesta a Covid-19 habría sido más complicada"

Raúl Díaz-Varela y Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, presidente y secretario general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), han presentado, durante una comparecencia virtual ante medios de comunicación, algunas conclusiones de la participación de la industria de genéricos en la gestión de la pandemia. Quizás la principal sea la importancia de disponer de un sector nacional de genéricos fuerte, incluyendo las plantas de multinacionales en España, un aspecto que se habría revelado como vital para poder mantener los suministros en los momentos de mayor tensión. También han destacado la contribución de otras empresas con plantas en Europa, desde donde también se ha importado producto para satisfacer las necesidades del SNS y de la población.

Como ha señalado Díaz-Varela, y recoge la Asociación en un documento presentado hoy, 20 de mayo, actualmente son ocho (Cinfa, Normon, Kern Pharma, Alter, Chemo, Reig Jofre, Uriach y Farmalíder) las compañías de genéricos de capital nacional que tienen planta en España, de las nueve que comercializan sus productos aquí. A esta capacidad productiva hay que sumar la de multinacionales como la israelí Teva y la de su subsidiaria Ratiopharm; la de la suiza Sandoz, del Grupo Novartis; la de la alemana Fresenius Kabi, y la de la japonesa Pensa.

Junto a éstas, también han destacado a las Stada (con sede en Alemania), Mylan (en Estados Unidos), Apotex (en Canadá), o Tecnimede (en Portugal), que habrían contribuido a completar los suministros por el mantenimiento de la libre circulación de mercancías esenciales entre países de la UE, que, no obstante, ha estado supeditada al abastecimiento prioritario de los mercados nacionales. Rodríguez de la Cuerda indica que el trabajo coordinado de Aeseg con la patronal europea Medicines for Europe y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha funcionado muy bien para mantener abiertas esas vías de importación.

Gracias a la presencia industrial de este sector en España, combinada con su "disposición a colaborar con las autoridades", se han podido salvar situaciones que en algunos casos, confirma Díaz-Varela, han llegado a ser "dramáticas". Se ha referido, en este punto, a las que se han dado en los hospitales y, más concretamente, en las unidades de cuidados intensivos (UCIs). Revela incrementos de demanda "10 veces" superiores a la habitual en productos para intubación, como propofol o cisatracurio, entre otros. Para ello, las compañías del sector habrían trabajado "24 horas al día, los siete días de la semana". Y es que, según datos de la patronal, el 70% de los 383 fármacos que componen la lista esencial para Covid-19 de la Aemps disponen de presentaciones genéricas.

"Sin fábricas en nuestro mercado, la respuesta habría sido más complicada", asegura. Y es que, explica, ha habido ocasiones en las que ha sido la propia Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) la que, con base en sus previsiones de demanda, les ha ido marcando el ritmo de producción.

Además de responder con solvencia a ese incremento de pedidos en el ámbito hospitalario, las empresas de genéricos habrían manejado con éxito, también, "el pico de demanda que se dio en las farmacias en la segunda quincena de marzo". De entre todos los principios activos, destaca el paracetamol, uno de los productos afectados por el cierre de fronteras de países como India, uno de los principales exportadores de materias primas.

Estas situaciones se habrían solventado "buscando fuentes alternativas de materia prima", lo que habría supuesto "un aumento de los costes". Hay que tener en cuenta que se han elevado también los de transporte y los de los equipos de protección para el personal de las plantas. Pese a ello, ha remarcado el presidente de Aeseg, "el 96% de los genéricos se han suministrado a un precio inferior a los 10 euros y el 68% inferior a tres euros".

El sector se ha concentrado durante la pandemia "en garantizar el suministro y no fallar". Ahora que ha pasado la etapa más dura, reconoce que ha habido casos en los que se han tenido que vender medicamentos "a pérdidas", aunque ha dejado entender que eso se ha compensado con el "aumento generalizado del consumo" de fármacos durante la pandemia. Además, reconoce que, a nivel económico, el sector ha sido uno de los "privilegiados por formar parte de una industria esencial, con compañías que no se han visto obligadas a parar".

Dicho esto, ha recordado que la petición de "unos precios más adecuados a costes" viene ya de lejos y que, con el incremento de costes actual, sería muy positivo "tener una conversación abierta con las administraciones" al respecto.

El escenario postpandemia

De cara a esas conversaciones, Rodríguez de la Cuerda ha asegurado que, en el contexto de la pandemia, se ha producido "una de las mejores experiencias" de los últimos años en la relación con las autoridades, y ha mostrado el deseo del sector de que "este nivel de interlocución se mantenga". Dentro de ese clima de colaboración, y vistas las tensiones a las que se ha visto sometida la cadena de suministro, considera útil que "compañías y administraciones diseñen juntas un plan de previsión de necesidades (que pueda servir para afrontar con garantías situaciones similares en el futuro) que sea coste-eficiente para todos".

Rodríguez de la Cuerda también ha subrayado, como Díaz-Varela, que "habría que apostar por aumentar la producción nacional y no depender tanto de terceros países", y ha llamado a poner en valor la industria actual y su contribución al empleo y al PIB. Eso implica que el Gobierno vea al de los genéricos como "un sector estratégico", y que lo dote, ha dicho, de "un plan específico" que, entre otras cosas, establezca "un umbral mínimo de rentabilidad" para estos productos.

Las que deben desterrarse, según el secretario general y el presidente de la patronal de genéricos, son "medidas restrictivas de la competencia, como las subastas". Opinan que un modelo de esas características habría sido negativo para dar respuesta a tensiones como las vividas en estos días.

A cambio, y con los debidos "estímulos e incentivos", el sector se podría comprometer a "aumentar inversiones". De cara a los nuevos escenarios que se abren, prometen dar la cara y permanecer abiertos a colaborar con las administraciones, "para garantizar entre todos que este sector pueda seguir resultando útil", como hasta ahora.