Loli Canales finalizó el pasado mes de mayo su periodo de residencia en el Hospital 12 de Octubre de Madrid y casi sin solución de continuidad solicitó una beca para poner en marcha un proyecto de investigación destinado a mejorar las condiciones de seguridad en la administración de fármacos en los pacientes más pequeños.
El objetivo, según explica Canales tiene por objeto poner en práctica el 'Modelo de atención farmacéutica infantil para la validación de orfenes médicas en hospitales españoles' de la SEFH. Este modelo, realizado siguiendo la metodología Delphi plantea 39 cuestiones y se divide en 3 niveles de complejidad: básico, intermedio y avanzado, con sus respectivas herramientas para el chequeo de pacientes.
Loli Canales explica que, “aprovechando la implantación plena del servicio de prescripción electrónica en el hospital”, se ha desarrollado un modelo para que el farmacéutico hospitalario participe en la revisión de la medicación y con ello se puedan reducir los errores.
Desde el primer momento se optó por el sistema más complejo que propone el Modelo de validación de la SEFHH, con objeto de atender a pacientes neonatos, la mayoría de ellos afectados por cardiopatías congénitas, muchos de ellos necesitados de intervenciones quirúrgicas urgentes, así como prematuros y grandes prematuros.
El proceso sobre un total de 19 camas de vigilancia intensiva en Neonatos se realiza siempre forma presencial por parte del farmacéutico de hospital. La misión del farmacéutico es vigilar, controlar la evolución del paciente y emitir una opinión destinada a ajustar a cada paciente la atención farmacéutica personalizada que requiere. Un trabajo muy amplio en vista de la gran cantidad de fármacos que es preciso administra y por la situación de los propios pacientes.
“La integración con el resto del equipo asistencial ha sido fantástica”, asegura Canales, que considera que el papel del farmacéutico en el seguimiento de estos pacientes “es determinante” para mejorar la atención que prestan. “Al margen de que personalmente me gusta la farmacia pediátrica, en Neonatología hemos formado un equipo, en el que el farmacéutico participa como uno más”, asegura.
“No existe ni de lejos una sensación de intromisión”, afirma la farmacéutica, “sino más bien de apoyo, a un equipo que está muy concienciado con la necesidad de seguridad”.
Por el momento, con apenas tres meses de trabajo, “es muy pronto para extraer conclusiones y tener datos”, asegura la desarrolladora del proyecto, “pero no cabe duda de que la aportación del farmacéutico está resultando muy positiva”, afirma Canales.
El proyecto aún está en fases muy iniciales como para pensar en la ‘exportación’ a otros centros, pero Canales indica que el proyecto se presentará en la próxima reunión de la SEFH, con el fin de darlo a conocer y mostrar nuevas aportaciones que la Farmacia Hospitalaria en la integración de los equipos asistenciales hospitalarios.