Los expertos convocados por la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) en un reciente encuentro científico en Ginebra (Suiza) han hecho hincapié en la necesidad de aplicar los principios de la medicina de precisión a la salud pública. Entre otros motivos, recuerdan que casi un cuarto de los casos de epilepsia pueden prevenirse con intervenciones sobre la salud cardiovascular, medidas preventivas orientadas a los traumatismos, las infecciones y la atención neonatal.
Samuel Wiebe, anterior presidente de la ILAE y ponente en la sesión central del encuentro (simposio presidencial), parafraseaba la definición de medicina de precisión, diciendo: “La medicina de precisión consiste en administrar el tratamiento adecuado, al paciente adecuado, en el momento adecuado; la salud pública de precisión consiste en poner en marcha la intervención adecuada, para la población precisa, en el momento adecuado”.
Modelos de calidad… guardados en un cajón
El acceso de los pacientes con epilepsia a la asistencia sanitaria que necesitan es “un asunto peliagudo”, pero no inabordable, y ampliamente documentado. En su presentación los datos iban desde 2011 (Meador, en ‘Neurology’) hasta 2022 (Churl-Su Kwon, en ‘Epilepsy’). En su propuesta, la clave es la calidad. Atendiendo a ciertas variables (él empleaba como ejemplo la mortalidad neonatal), un país que gasta mucho en sanidad no es necesariamente el que obtiene mejores resultados. En Finlandia la inversión es relativamente baja si se compara con la de Estados Unidos, y sin embargo sus resultados en salud son significativamente mejores en este parámetro (0,8%).
La clave es la calidad y la disponibilidad de datos para adoptar las intervenciones más eficaces. De hecho, declaraba comprender que “la falta de datos puede desmotivar a las autoridades a acabar con intervenciones que no son eficaces”.
En este escenario, la opinión de los pacientes debe ser tenida en cuenta.
“No es buena idea diseñar nuevos modelos de atención que luego acumulan polvo en una estantería, tenemos que pensar si son esquemas que podemos poner en práctica, con seguridad, y si son útiles, en lugar de pensar en cómo ampliar el área bajo la curva -en referencia a la representación gráfica de los resultados-”, ha indicado.
Igual que se atribuye a Napoleón la idea de que “para ganar una guerra hacen falta tres cosas: dinero, dinero y dinero”, para Wiebe los modelos eficaces de atención en salud requieren tres cosas: “datos, datos y datos”.
A su modo de ver, toda la comunidad médica tiene que adquirir conocimientos en este campo y actuar en consecuencia.