El Gobierno de Cantabria ha aprobado el Plan de Salud Mental 2022-2026, que define y establece las actuaciones más efectivas para mejorar el conocimiento de los niveles de salud mental y “ofrecer la mejor atención posible a las necesidades en esta materia de la ciudadanía de la Comunidad”.
Según ha explicado el vicepresidente del Ejecutivo, Pablo Zuloaga, más de 170 expertos de diferentes ámbitos han trabajado desde mayo de 2021 en la elaboración de este plan, que está alineado con la Estrategia de Salud Mental y el Plan de Acción de Salud Mental del Ministerio de Sanidad, y que aborda seis líneas de acción: salud mental en atención primaria y comunidad, trastorno mental grave, persona mayor o frágil, infancia y adolescencia, persona con conductas adictivas y personas con necesidades específicas.
Zuloaga ha explicado que ya se han puesto en marcha algunas medidas, por ejemplo, en atención infanto–juvenil con la incorporación de seis profesionales entre psiquiatras y psicólogos clínicos, y ha avanzado que entre las medidas previstas está la creación de una unidad de hospitalización en Pediatría, la ampliación hasta la tarde del horario de atención en Hospital de Día de SMIJ (Salud mental infanto juvenial) y la creación de una unidad de agudos en Sierrallana.
El plan tiene una orientación eminentemente práctica, con una superposición de la planificación con la ejecución. Se pretende dar un salto cualitativo y cuantitativo en la atención a la salud mental en Cantabria, estableciendo nuevas formas de relación entre profesionales y con las personas usuarias (pacientes y familias), incluyendo su participación en el desarrollo de las líneas estratégicas y el seguimiento de la implantación, no solo a nivel informativo, con apoyo en las nuevas tecnologías de la información. Se introducirán cambios en el sistema que le permitirán alcanzar óptimos niveles de calidad y ofrecer a la población servicios de referencia en salud mental en el sector sanitario público.
Se introduce la humanización como valor principal, entendida como la aproximación del sistema sanitario al paciente en una vertiente de calidad humana, potenciando la empatía y el abordaje integral.