La edición número 13 del ‘Teaming’ de Cinfa ha avanzado durante los últimos meses mediante la colaboración con otros cinco proyectos sociosanitarios elegidos por las personas de la empresa que forman parte de esta filosofía. Así, el laboratorio ha aportado a cada uno 3.500 euros, reunidos por sus profesionales y por la propia empresa. Estas ayudas han servido para impulsar el trabajo de Mundubat y Sunu Buga Buga, entidades enfocadas en mejorar la situación de la población de Palestina y de Gambia, respectivamente; han apoyado la investigación de una enfermedad rara mediante el apoyo a la Asociación “Gabriella, mi pequeña guerrera”; y han financiado programas de ADACEN y ANAIF, asociaciones navarras que trabajan con personas con Daño Cerebral y jóvenes con TEA.
En primer lugar, gracias a la ayuda de los ‘cinfateamers’, se ha llevado a cabo una acción de ayuda a la población de la franja de Gaza que está sufriendo las graves consecuencias del conflicto armado en esta zona. El proyecto, denominado ‘Solidaridad con Palestina’;, está liderado por la organización Mundubat, que trabaja en Palestina desde 1998 defendiendo los derechos de la población y por la consecución de una paz justa en la región.
Con la ayuda donada se ha podido brindar cobertura a las necesidades básicas de supervivencia de los afectados mediante alimentos, agua y cobijo. Asimismo, se van a iniciar acciones para restablecer la producción agraria y pesquera mediante la rehabilitación de invernaderos y la reparación de infraestructuras de pesca, de modo que se recupere, al menos, una parte de la capacidad de producir alimentos.
El siguiente proyecto del ‘CinfaTeaming’ corresponde la ONG Sunu Buga Buga ha permitido dar desayunos a 170 estudiantes de un colegio de este pequeño país africado durante medio año. Gracias a esta acción, estos niños y niñas han podido tomar frutas frescas y variadas y un producto lácteo natural, algo casi inexistente anteriormente en su dieta cotidiana.
Esta ONG de cooperación al desarrollo, que busca reforzar la autoestima y la educación de la población local del país africano, surgió en 2009 de la mano de Verónica Hormaechea, natural de Bilbao, quien explica que “el Sunu Buga Buga ayuda a cubrir las necesidades básicas de las familias y miembros que lo forman, desde la población infantil hasta la anciana”.
Otro de los proyectos atendidos en los últimos meses es el de la asociación ‘Gabriella, mi pequeña guerrera’; nacida de la fuerza de unos padres con una hija diagnosticada de una enfermedad degenerativa y ultrarara llamada BPAN (Neurodegereneración Asociada a la Proteína Beta-Hélice) y que afecta a una persona entre un millón. Se caracteriza por retraso en el desarrollo motor y cognitivo, espasticidad muscular, convulsiones, problemas de comportamiento y deterioro cognitivo progresivo.
El propósito de estos padres y por el que crearon esta asociación es dar visibilidad a la realidad que viven y, sobre todo, recaudar fondos para investigar sobre la enfermedad.
Los ‘cinfateamers’ también han hecho posible la financiación de la iniciativa ‘Un viaje hacia la inclusión. Vacaciones adaptadas para personas con Daño Cerebral’; de la Asociación de Daño Cerebral de Navarra (ADACEN).
El proyecto consiste en la organización de programas de vacaciones adaptados a las necesidades de personas con DCA, que les permitan disfrutar de un tiempo de ocio al tiempo que facilitan un descanso a sus cuidadores y familiares. Desde ADACEN, Andrés Ilundáin, gerente de la entidad, expresa su agradecimiento por esta colaboración, “no sólo por los recursos económicos que permiten llevar a cabo la actividad con un coste razonable para los usuarios, sino porque, con acciones como ésta, se visibiliza esta realidad y se fomenta la concienciación”.
El último proyecto apoyado en esta ocasión por el ‘CinfaTeaming’ se denomina ‘Lucha por la igualdad de oportunidades para jóvenes con TEA’, y está impulsado por la Asociación Navarra de Apoyo a la Infancia y la Familia (ANAIF). Regina Laquidáin, gerente de la entidad, explica que “los cerebros de las personas con Trastornos del Espectro Autista (TEA) funcionan de modo diferente a lo que la sociedad entiende como ‘normal’ o ‘neurotípico’ y, por ello, les cuesta mucho encajar y tener una vida académica, social y profesional satisfactoria. Las personas afectadas por estos trastornos no tienen las mismas oportunidades que las demás a la hora de enfrentarse a los retos de la vida, ni en su infancia, ni en su adolescencia, ni en la edad adulta”.