“El tratamiento farmacológico debe ofrecerse a cualquier fumador que quiera hacer un intento serio para dejar de fumar”; así lo señala el nuevo protocolo presentado por Semergen para desarrollar el abordaje integral del tabaquismo desde la Atención Primaria. La nueva herramienta, denominada Reverse está orientada a ayudar a los profesionales a sistematizar el abordaje clínico de un fumador en una primera consulta, “con el objetivo de revertir el hábito de una manera ágil y sencilla”.
En el caso del abordaje farmacológico, la sociedad científica destaca que “cualquier intento de abordar el tabaquismo debe ser planificado con un enfoque basado en el concepto del tabaquismo como enfermedad crónica adictiva”. A partir de ese enfoque desde Semergen se apuesta por el enfoque extensivo de los tratamientos; eso sí con un requisito y una excepción. El requisito se basa en el compromiso del propio paciente, “que quiera hacer un intento serio para dejar de fumar” y la excepción, también dentro de la lógica, es que deja fuera de la norma a aquellos casos en que “coexistan contraindicaciones médicas o situaciones no sustentadas de evidencias sólidas sobre la seguridad o eficacia de los fármacos (embarazo, niños y adolescentes y fumadores de menos de 10 cigarrillos diarios)”.
La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria ha presentado el documento clínico ‘Enfoque Integral del Tabaquismo en Atención Primaria’, elaborado por miembros del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de Semergen, bajo la coordinación del Dr. Raúl de Simón Gutiérrez. El documento incluye una novedosa herramienta de trabajo denominada Reverse, que ayuda a los profesionales a sistematizar el abordaje clínico de un fumador en una primera consulta con el objetivo de revertir el hábito de fumar de una manera ágil y efectiva.
El protocolo Reverse es una metodología estructurada en siete pasos y cada uno de ellos está orientado a evaluar y apoyar al paciente en su proceso hacia la cesación tabáquica asegurando una atención holística y personalizada. Según explica De Simón, “las intervenciones en los fumadores deben ser ordenadas, estructuradas y basadas en las mejores evidencias disponibles, pero igualmente deben ser fáciles de cumplir en su implementación. Reverse reúne toda la rigurosidad exigible a una intervención frente al tabaco, pero también se acompaña de sencillez en su diseño y agilidad en su ejecución, lo que permite ser fácilmente aplicable en escenarios con baja disponibilidad de tiempo como puede ser el de la Atención Primaria. Pensamos que su implementación puede representar un gran avance en el manejo del tabaquismo, brindando a los pacientes mayores posibilidades de éxito en su camino hacia la cesación tabáquica”.
La prevalencia del consumo de tabaco en España supera el 30%, lo que equivale a aproximadamente 8 millones de fumadores diarios y cerca de un millón que lo hace de forma ocasional. Estas cifras están muy por encima del objetivo fijado por la Unión Europea, que pretende reducir la prevalencia del tabaquismo por debajo del 5% para el año 2030 .
A pesar de los esfuerzos para reducir el consumo de tabaco, el tabaquismo sigue representando un grave problema de salud pública en España. En concreto, esta adicción es responsable de casi el 40% de las muertes prematuras en hombres de entre 35 y 70 años y del 15% en mujeres dentro del mismo rango de edad.
Además, indican, el problema se agrava con la proliferación de nuevas formas de consumo, como los cigarrillos electrónicos o vapeadores, así como el inicio temprano del hábito entre los jóvenes 4 . Esta situación pone de manifiesto la necesidad de implementar intervenciones continuas y contundentes para abordar eficazmente el impacto del tabaquismo en la población.
“La gran mayoría de los fumadores requiere al menos dos o tres intentos para lograr la cesación definitiva, y una gran parte del éxito en el abandono del tabaco no solo depende del nivel de motivación del paciente, sino también del tipo de intervención recibida. Para alcanzar una cesación efectiva, es crucial implementar un abordaje estructurado y coordinado, adaptado a las características y necesidades individuales de cada paciente. Esto implica ofrecer herramientas y estrategias personalizadas, así como garantizar un seguimiento programado y un acompañamiento continuo”, explica Helia Madrona, médico de familia y miembro del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de Semergen.
Junto al ya reseñado apoyo al uso de tratamiento fármacológico el protocolo de Semergen cuenta con otros seis pasos. En primer lugar se apuesta por dar al paciente un ambiente de confianza y receptividad; se evalúan los hábitos y dependencia y se realiza al paciente una valoración médica integral. A partir de ese momento se establece la fase de cambio y se apuesta por la recomendación del tratamiento. En este paso Reverse enfatiza la importancia de un enfoque personalizado para el paciente basado en la información recopilada previamente.
Este paso anterior tiene como consecuencia el conjunto de materiales informativos y finalmente se realiza un seguimiento programado del paciente desde la primera semana después del último cigarrillo hasta llegar al año de abstinencia.
Igualmente, ante el preocupante incremento del consumo de tabaco y cigarrillos electrónicos entre adolescentes y jóvenes, el programa incorpora un apartado específico para abordar la cesación en este grupo, priorizando un enfoque empático y educativo. La adolescencia es un momento clave para intervenir de manera efectiva, asegurando una recepción adecuada y una evaluación inicial detallada que permita adaptar las estrategias a sus necesidades .