El Colegio de Farmacéuticos de Huelva y la ONG onubense Médicos con Iberoamérica (Ibermed) se han unido en un proyecto quirúrgico en Guatemala. El objetivo es poder donar el material sanitario necesario para que un amplio número de pacientes puedan ser intervenidos, recibir consulta y contar con un tratamiento más adecuado.
Ambos han pedido a las farmacias onubenses que se uniesen a la causa a fin de poder donar material. Mujeres y menores, que representan el mayor porcentaje dentro de familias de bajos ingresos, serán los principales beneficiarios. En total serán 500 los pacientes que, fruto de esta iniciativa, podrán ser tratados en consulta, mientras que cerca de unos 300 podrán ser intervenidos quirúrgicamente.
El destino de estas donaciones de material será el Hospital de la Obra Social del Hermano Pedro en Antigua, Guatemala, donde los primeros lotes con productos sanitarios ya han sido enviados por el Colegio. El Hospital guatemalteco también contará, gracias a la colaboración de los farmacéuticos onubenses, con más de una veintena de profesionales sanitarios españoles --médicos de Cirugía General, ORL, Medicina Interna, anestesistas, enfermeros y técnicos de electro medicina, entre otros—que se incorporarán al equipo del centro durante unas semanas.
"La vocación del farmacéutico es prestar servicio a la sociedad, ya sea desde el mostrador de una oficina de farmacia o colaborando con una acción solidaria", ha recordado Francisco Peinado, presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huelva.
En el 2014 se calcula que cerca de 400 personas se beneficiaron de las 900 cajas de medicamentos fruto de la acción solidaria de Ibermed con los boticarios onubenses. El proyecto de este 2015 se espera que pueda ayudar a un mayor número de las personas que a causa de las desigualdades económicas no tienen un acceso a operaciones quirúrgicas que garanticen su bienestar. Esta iniciativa se suma a otras con las que ha colaborado la corporación farmacéutica de la provincia recientemente, tales como el programa 'La Sierra ayuda a los niños de Chernóbil', organizado por la Asociación Sanicher, que permite a niños y niñas de Bielorrusia pasar sus vacaciones en la provincia como medida de saneamiento de la radioactividad que, aún hoy, 29 años después del desastre nuclear sigue produciendo un efecto grave sobre la población.