A pesar de que su llegada a las farmacias se produjo desde el pasado 1 de octubre. La realidad es que pocos padres han podido hacerse con una dosis de la vacuna puesto que desde el primer momento la demanda ha superado en mucho a las existencias de producto.
Los retrasos iniciales han dado paso a faltas reiteradas en las farmacias que no pueden atender las demandas. La compañía titular de la autorización de comercialización en la actualidad es GSK, que se hizo con la vacuna en una operación de compra venta de activos que afectó a la compañía británica junto a Novartis y Lilly. Tras la operación, la vacuna de la meningitis B pasó de manos de la multinacional suiza a GSK.
Ahora, la responsable de la comercialización de Bexsero reconoce que hay problemas de abastecimiento y que se deben a la fuerte demanda existente que no puede ser resuelta satisfactoriamente por la complejidad de los procesos de producción de la vacuna.
Cabe recordar que desde que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorizó la vacuna, siempre ha tenido dificultades para ser administrada a los pacientes en nuestro país. En primer lugar, y a diferencia de lo que ocurría en el resto de Europa, la vacuna se restringió al uso hospitalario y se evitó su dispensación en farmacias comunitarias. No fue hasta el pasado mes de septiembre cuando la Agencia Española de Medicamentos (Aemps) reconsideró su decisión y modificó la situación administrativa de la vacuna y la calificó de 'prescripción médica' posibilitando desde el 1 de octubre la dispensación, teórica, en farmacias.
La problemática alrededor de esta vacuna ha estado desde siempre en primera línea informativa. La expectativa ha sido tal que hasta el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo se interesó por la situación de la misma y estuvo solicitando al Ministerio de Sanidad el cambio de estatus de la vacuna al Ministerio de Sanidad.
El problema es para los que le pusimos la primera doss y ahora no tenemos forma de conseguir la segunda. Solo pasa en España.