El éxito de las vacunas en la erradicación de enfermedades hace que la percepción de su valor social se vea reducido al no ser conscientes de las enfermedades que previenen. Para luchar contra esto, así como otros muchos retos del ámbito de las vacunas, Pediatría y Sociedad ha organizado la jornada "La prevención, una herramienta casi olvidada", que cuenta con la participación, entre otros expertos, de Jesús García Pérez, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS) y miembro del comité científico de Pediatria y Sociedad.
Pregunta. ¿Existe riesgo de que las vacunas ‘mueran de éxito’ y que la sociedad pierda el interés que debe tener por las vacunas y resurjan enfermedades que podrían estar erradicadas?
Respuesta. Con la disminución de la prevalencia de enfermedades inmunoprevenibles, tienen mayor visibilidad los efectos adversos relacionados con vacunas y la gente tiende a “olvidarse” de las enfermedades, pero ellas no se olvidan de nosotros. La idea es sensibilizar a las personas de que debemos dar más prioridad a la prevención que a la terapia. Las medidas de prevención nos protegen de la posible invasión de gérmenes que están afectando a nuestro organismo.
P. ¿A qué otros retos se enfrentan en el ámbito de las vacunas?
R. Ahora mismo tenemos muchos avances en la investigación de nuevas vacunas que eviten enfermedades muy prevalentes como VRS, estreptococo, malaria y VIH o que mejoren vacunas actuales muy deficitarias como la gripe o tos ferina. Esta investigación hace que incremente esta nueva vacunología, se prepare mejor a nuestras defensas y lo más importante, que las nuevas vacunas no solamente sean eficaces sino también seguras.
P. Internet es un lugar donde fácilmente se puede propagar una idea falsa como verdadera, y eso es un buen caldo de cultivo para los antivacunas. ¿Se está librando la misma batalla por los provacunas?
R. No tanto como debería. Internet es un campo experimental importante para aquellos que quieren fomentar los escasos o nulos efectos de las vacunas. Esta situación permite que la gente más sensible termine decidiendo no vacunar y por eso es tan importante que los mismos profesionales utilicemos las redes sociales para dar a conocer los beneficios de la medicina preventiva. Debemos ser conscientes de que podemos estar actualizados con el mundo, intercambiar información y bibliografía realmente fiable y sobre todo, que la población esté bien informada gracias a la experiencia que los verdaderos profesionales sanitarios comparten en las redes sociales y en todo Internet. Pero ese es nuestro trabajo, las sociedades científicas y sus grupos especializados debemos ser mucho más combativos en este campo.
P. Y la administración, ¿valora adecuadamente las vacunas? En 2002 Salud pública se llevaba el 1,5% del gasto total en salud y en 2014, solo un 1,1%. ¿Cómo lo valora?
R. Es claramente deficitario e insuficiente. Los gastos de salud en nuestro país son comparativamente muy bajos con respecto a lo establecido en la Unión Europea. Es importante que se invierta en servicios preventivos y curativos, pero también en planificación familiar y emergencias así como en nutrición. Alemania emplea en Salud en torno al 20 por ciento del PIB mientras que España cuenta con el 14,5. Si esto se va reduciendo acabará por repercutir en las economías familiares, cosa que en nuestro país no será fácil. Si además se reducen partidas para la prevención, al final saldrá mucho más caro el coste terapéutico y el riesgo de las complicaciones por otras enfermedades.
