La educación y la formación continuada de los farmacéuticos es la principal arma que tienen estos profesionales para afianzar su actividad como agentes de salud. Así se puso de manifiesto durante la jornada ‘El farmacéutico como agente de salud’ organizada por la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF) en colaboración con MSD.
Para el presidente de la RANF, Mariano Esteban Rodríguez, “el farmacéutico comunitario tiene que cambiar el chip” y dar “más salida” al cometido que tiene en relación a la salud del ciudadano. En esta cuestión profundizaron los tres ponentes invitados: el presidente del COF de Madrid, Luis González; la presidenta de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP) , Carmen Peña, y el farmacólogo Juan Tamargo, quienes coincidieron en que la formación es el único camino.
El presidente del COF de Madrid señaló que la práctica farmacéutica “se tiene que basar en la promoción de la salud” ya que el farmacéutico se encuentra en una “posición óptima” para realizar estas actividades. Por ese motivo, además de promover el uso adecuado y seguro de los medicamentos “tiene que responder a otras necesidades de los pacientes”.
Además, señaló que la sociedad valora muy bien al farmacéutico y “demanda una mayor proactividad en la labor asistencial, en la provisión de servicios y en la comunicación de sus actividades”. No obstante, según González, “para participar en la asistencia sanitaria de la población es imprescindible una formación óptima y actualizada”.
Por otro lado, mostró su desacuerdo con la situación económica que sufre la farmacia y los ‘decretos’ que se vienen aplicando desde el año 2000. “No se puede seguir” con estos decretos, señaló, objetivo que se ha marcado desde su responsabilidad tanto de presidente del COF de Madrid como la que ostenta en la vicepresidencia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF). Del mismo modo, reclamó la colaboración de “todos para conservar el modelo de farmacia”.
La educación, estructural en la FIP
Por su parte, la presidenta de la FIP explicó las líneas generales de trabajo de esta organización. Peña destacó que en el último congreso celebrado en agosto pasado se ha puesto los cimientos de un nuevo hito al incorporar al ámbito educativo de la farmacia como “algo estructural” de la asociación y no como un grupo de trabajo. De este modo, los pilares de la FIP serían “la parte práctica, la científica y la educadora”, señaló Peña.La presidenta de los farmacéuticos consideró que en los últimos años “está viviendo una transformación hacia lo asistencial” que permite que señalar que la Farmacia “como ente de profesionales, no se puede aislar del resto de la sanidad”, por lo que abogó que eliminar los compartimentos estancos “todos los profesionales deben trabajar en colaboración”, explicó.
En este sentido, la presidenta de la FIP volvió a señalar que la educación es “motor imprescindible del proceso de transformación de la Farmacia” y, por ello, la organización que preside va a celebrar una conferencia específica en la ciudad china de Nanjing, donde se reunirán representantes de 30 organizaciones de diferentes países para profundizar en los aspectos educativos en los que hay que incidir en la profesión farmacéutica. FIP-e supone una “apuesta por el avance y desarrollo de la profesión en todas sus facetas” ya que el objetivo es “avanzar en una nueva era de la construcción de la Farmacia a través de la educación”.
El último en intervenir, el farmacólogo Juan Tamargo señaló su amplia colaboración con los farmacéuticos a lo largo de su vida profesional. Al conocer a fondo sus cualidades, señaló que el farmacéutico “juega un papel clave en el bienestar del paciente”, por lo que “debería ser el profesional de referencia para modificar los hábitos de vida y mejorar el cumplimiento terapéutico” y, para ello, abogó como el resto de ponentes en la importancia de la formación y la educación para que todo ello sea posible.
Tamargo también señaló la importancia de actuar a tiempo en la intervención con los pacientes en materia de prevención y detección precoz. “Si esperamos a que aparezca la enfermedades habremos perdido un tiempo clave”, explicó.
Además, se mostró muy crítico con algunas actuaciones de la administración, más preocupada en las cuentas que en la salud de los pacientes. Como ejemplo puso la recomendación durante mucho tiempo de dosis bajas e ineficaces de estatinas para ahorrar un poco de dinero.
En la clausura, el presidente de la RANF también incidió en la formación. “Hay que llegar a todas las farmacias con la formación. Todos debemos aunar esfuerzos para hacer de la profesión esa estructura sanitaria que vela por la salud de los ciudadanos”, explicó.