La comunicación entre el farmacéutico de hospital y el paciente con esclerosis múltiple es esencial para incrementar la adherencia de los pacientes a los tratamientos. Así se ha puesto de manifiesto durante el taller “Entender para optimizar la relación con nuestros pacientes: ¿quiénes son y qué necesitan?, centrado en esta enfermedad y que ha sido organizado por Biogen y el Comité Científico del 61 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que estos días se celebra en Gijón.
Tal y como se ha explicado, el papel del farmacéutico se ha ido consolidando a medida que han avanzado los tratamientos. Este profesional ha adquirido más responsabilidades hasta convertirse en un soporte y fuente de información esencial para el paciente y sus familiares. “El vínculo y trabajo multidisciplinar entre farmacia hospitalaria y las asociaciones de pacientes refuerzan en gran medida el papel activo del paciente a la hora de afrontar la evolución de la enfermedad”, aseguró Carmen Valls, directora ejecutiva de la Fundación Privada Madrid contra la Esclerosis Múltiple (FEMM). De esta manera, tal y como explicó, se dispone de toda la información relativa al proceso evolutivo de la esclerosis múltiple, así como de los recursos a su alcance y relacionados con la misma.
Por su parte, Montserrat Pérez Encinas, especialista en Farmacia Hospitalaria y jefa de Área de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid, expuso la importancia de afianzar la relación y comunicación farmacéutico hospitalario-paciente, la cual debe ser cercana y fluida. En base a su experiencia, “el paciente tiene que ser capaz de comunicarse con los profesionales sanitarios de forma clara y abierta”. El objetivo, según ella, es que “se sientan escuchados y que resuelvan todas sus dudas respecto al tratamiento, una de sus principales preocupaciones”. Por eso el soporte psicológico ayuda a que el paciente comprenda, acepte y se comprometa a seguir la terapia, señaló Pérez Encinas.
Además, durante el taller se ha recalcado la importancia de contar con equipos multidisciplinares que cubran todas las necesidades de los afectados. La esclerosis múltiple, como otras enfermedades graves y crónicas, es una enfermedad que afecta a muchas esferas de la vida del paciente, por lo que “contar con profesionales de diferentes ramas transmite confianza y facilita la optimización de la calidad de vida del enfermo”, destacó María Die Trill, psico-oncóloga y psicóloga clínica. Según ella, lo ideal es contar con un equipo multidisciplinar constituido no solo por neurólogos, enfermeras y farmacéuticos, sino por muchos otros profesionales como logopedas, psicólogos, rehabilitadores, trabajadores sociales o asistentes jurídicos, servicios que hoy por hoy no están disponibles para todos los pacientes, lamentó.
Impacto emotivo y psicológico
Tal y como se explicó, las características de la esclerosis múltiple, que suele debutar a edades tempranas, con su consecuente impacto a nivel psicológico y emocional, lo que provoca que en muchas ocasiones los pacientes no sepan enfrentarse a su diagnóstico, tengan dudas sobre su tratamiento o no sean capaces de asimilar toda la información que se les proporciona. Por ese motivo, uno de los trastornos que más predomina en los primeros momentos tras el diagnóstico es el trastorno adaptativo, que puede implicar la aparición de miedo, ansiedad o depresión. En esta situación, una comunicación eficaz entre el farmacéutico hospitalario y el paciente podría minimizar este impacto.
A pesar de los esfuerzos, todavía hoy existen obstáculos que pueden dificultar la relación de confianza con el farmacéutico hospitalario. “La esclerosis múltiple genera sentimientos de incertidumbre significativos, desmoralización, deterioro de las relaciones interpersonales, sentimientos de impotencia y una reducida sensación de bienestar. La carga asistencial, la falta de tiempo y la carencia de formación en habilidades de comunicación suelen ser percibidos por los farmacéuticos hospitalarios como las principales barreras en la interacción con los pacientes, puntualiza Die Trill. “Una comunicación eficaz con los pacientes es fundamental porque facilita su recuperación, la calidad de la atención recibida, la adherencia terapéutica y una mayor satisfacción del paciente”, concluye.