El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MiCOF) continúa atento a cualquier movimiento que pueda amenazar el modelo mediterráneo de Farmacia. Por ello, y a consecuencia del informe elaborado por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) y hecho público en octubre de 2015, inició la elaboración de un informe económico-jurídico que diera contestación a cada afirmación de la CNMC.
Este informe fue presentado la semana pasada en un acto en el Ateneo de Madrid que contó con la participación del presidente colegial, Jaime Giner, el presidente de Cofares, Carlos González Bosch y Enrique Granda, experto en política farmacéutica y director del Observatorio del Medicamento de FEFE.
Giner señaló que cuando encargaron el informe, la única instrucción que dieron fue que fuera “imparcial, ya que la objetividad era algo esencial” para conocer de forma realista la situación. El objetivo era identificar “campos de mejora del modelo con sus fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas”.
Por su parte, González Bosh alabó el informe que calificó de “esencialmente interesante” y “muy bien elaborado” y consideró que en esta legislatura, en la que no hay mayorías, “es el momento de negociar, hacer un Pacto por la Sanidad y dentro de él, un subpacto por el medicamento y que se dé solidez al modelo”. En este sentido, reclamó que el modelo “no se puede deteriorar por medidas administrativas”.
Granda expuso el cambio de criterio reciente de la Comisión Europea, admitiendo “por primera vez que pueda haber restricciones” en el ámbito de la planificación farmacéutica, aunque advirtió que “sigue poniendo ejemplos en lo que señala que la liberalización puede ser buena, como en el caso italiano”.
Previamente a la presentación del informe, la abogado de Uría y Menéndez, Edurne Navarro, expuso los diferentes trabajos que han realizado, en colaboración con el MiCOF para la defensa del modelo tanto en España como en las instancias europeas. En este sentido, señaló que “el pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, cerró la cuestión a nivel europeo”.
El informe de Aportaciones económico-jurídicas al modelo de farmacia español, fue presentado por Miguel de la Mano, vicepresidente ejecutivo de la oficina de Bruselas de Compass Lexecon, que inició su conferencia explicando que “la competencia no siempre da lugar a los beneficio que se le otorgan, como mejores servicios o bajadas de precios”. Según advirtió, estas ventajas “no aparecen cuando existen fallos y es lo que justifica la necesidad de regular”. Y ese es el caso de un mercado como el farmacéutico, donde “la demanda no es elástica”, puesto que “la salud es lo primero”.
El informe realizado analizó una a una las principales propuestas de la CNMC para ir rebatiéndolas. En relación a la eliminación de las restricciones a la apertura de farmacias, De la Mano explicó que “tras un incremento a corto plazo del número de farmacias, a medio plazo se reduciría ya que su rentabilidad baja”. Además, según se ha observado en otros países en los que se ha eliminado la restricción a la apertura, “la nueva oferta se instala en zonas con oferta previa”, donde hay un mayor mercado. Puso como ejemplo a Navarra.
En relación a eliminar la restricción a la propiedad por los farmacéuticos, señaló que las consecuencias inmediatas son la venta a las cadenas de la mayor parte de las farmacias. Según explicó, “en Noruega, tras cuatro años de liberalización, casi la mitad de las farmacias pertenecían a una cadena”. Además, explicó que “no hay evidencia empírica de que se reduzcan los precios de los medicamentos, que se abran más farmacias o que se mejoren los servicios”.
En lo que se refiere a la reserva de actividad, es decir, que solo las farmacias puedan vender medicamentos, tanto con o sin receta, explicó que la competencia en precios que se puede producir “sería a costa del deterioro del servicio ya que se omite el consejo farmacéutico”. Además, en algunos países, como Noruega, esta liberalización dio lugar a un incremento de precios, explicó el responsable de Compass Lexecon.
Como conclusiones, De la Mano explicó que “los pilares del marco regulatorio son sólidos y equilibran múltiples objetivos”. No obstante, según él “existen oportunidades de mejora para adaptarse a la evolución gradual del mercado” aunque tal y como señaló, “es aconsejable mantener las líneas centrales del modelo regulatorio actual”.
En cualquier caso, quiso dejar claro que “cualquier posible mejora requiere un análisis más exhaustivo del posible impacto, incluidas las consecuencias no deseadas” especialmente en lo que se refiere al impacto sobre los objetivos que persigue la regulación eficiente: acceso universal, calidad del servicio, optimización del gasto.