Las diferencias entre la inversión per cápita de las regiones que más y menos presupuesto dedican a Sanidad se han incrementado de forma importante en los últimos diez años. Según los datos de presupuestos iniciales del Sistema Nacional de Salud (SNS) publicados por el Ministerio de Sanidad, las diferencias entre el máximo y el mínimo en 2007 fue del 28,8%, mientras que en 2017 la diferencia alcanza un 50,6%, con lo que casi se ha duplicado en los últimos diez ejercicios.
Los protagonistas de ambos extremos del ranking de inversión per cápita en ambos periodos son los mismos: Andalucía y País Vasco. La región andaluza era la que menos inversión tuvo en 2007 (un total de 1.093 euros por paciente) y se mantiene en la misma posición en 2017 (con 1.109 euros per cápita). Lo mismo ocurre con el País Vasco que se mantiene liderando ese ratio (con 1.3565 euros/paciente en 2007 y 1.670 euros/paciente en 2017) y se sitúa, además, entre las regiones que más han incrementado su presupuesto en este periodo.
Pero las diferencias no solo se pueden observar entre las regiones que más y menos invierten. A lo largo de los años analizados se puede ver un muy diferente comportamiento en la evolución de la inversión per cápita de las regiones. De este modo, cabe destacar que regiones como Asturias, Navarra o País Vasco han incrementado su inversión per cápita por encima del 22%, cifras que casi triplican al promedio de crecimiento nacional: 7,84%.
En el lado contrario se encuentran La Rioja, con una inversión por persona un 10,44% inferior; mientras que en Canarias (-2,65%) o Cataluña (-1,76%) también se han registrado inversiones per cápita inferiores en 2017 que en 2007.
En lo que se refiere a la inversión presupuestada en términos absolutos por parte de las 17 comunidades autónomas, cabe destacar que alcanzó los 58.601 millones de euros en los presupuestos de las regiones para 2017. En la comparación con 2007, Islas Baleares ha alcanzado 1.492 millones de presupuesto, lo que supone un 37,35% más que en 2007; mientras que La Rioja vuelve a destacar por ser la única región en la que en términos absolutos se redujo el presupuesto inicial destinado a Sanidad.