El encuentro ‘La Farmacia Comunitaria, con y por el paciente’, que acaba de dar comienzo en la UIMP, ha servido a Juan Ignacio Güenechea, presidente de Cofares, para destacar la capacidad de adaptación de la Farmacia Comunitaria a los cuatro cambios de paradigma de su historia más reciente: De la orientación “producto-céntrica” a la farmacia química, pasando por el concepto de atención farmacéutica y la más reciente evaluación de la farmacoterapia y la preocupación por la sostenibilidad.
“Actualmente es inconcebible la farmacia sin una visión integral que tenga en cuenta al paciente con una percepción de la salud entendida también en su contexto socioeconómico. La atención a la dependencia y la cronicidad encuentra en la farmacia un espacio sanitario próximo y en los farmacéuticos una relación estrecha que hay que proteger”, ha afirmado al comienzo de la jornada.
Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), por su parte, se ha dirigido a la consejera de Sanidad de Cantabria, María Luisa Real, para presentar a los farmacéuticos como aliados institucionales en la mejora de la salud de los ciudadanos. “Los colegios y la Farmacia Comunitaria han liderado un cambio con una clara hoja de ruta: poner en valor –con datos- la generación de resultados en salud y de ahorros sustanciales para el sistema”, ha indicado. “Estamos inmersos en un sistema en pleno proceso de cambio por la cronicidad, orientado a la eficiencia y la sostenibilidad. Son los pilares del sistema, y la farmacia les está dando respuesta”, ha añadido.
El historial farmacéutico “verdadero”
Aguilar ha dedicado unos minutos a la apuesta del consejo por la tecnología, que toma cuerpo en la plataforma Nodofarma, cuya implantación está prevista para 2019. Recapitulaba sobre la incorporación de 5.000 oficinas de farmacia y apuntaba a su potencial utilidad para conocer en tiempo real los problemas de abastecimiento, en el sistema español de verificación (Sevem) y en la creación del “verdadero” historial farmacéutico del paciente, que integre toda la información relevante incorporando prescripciones públicas, privadas…
Los beneficios derivados de la intervención del farmacéutico en la eficiencia del sistema –ha recordado- se han podido constatar en un número considerable de estudios llevados a cabo por diferentes universidades: La labor de este profesional puede reducir los ingresos hospitalarios en un 60%, y ahorrar al sistema 2.272 millones de euros al año.
El presidente del CGCOF se ha referido a la salida de medicamentos de DH de la botica como un contrasentido. “Es incoherente que se haya invertido tanto en la implantación de la receta electrónica y que se obligue a los pacientes a desplazarse hasta los hospitales. No tiene sentido coartar a los pacientes con la dispensación en hospital, esa tendencia está provocando un retroceso en la calidad de la atención”, ha advertido.
María Luisa Real reconocía la labor de los farmacéuticos como “excelentes colaboradores” de las autoridades sanitarias en el mantenimiento y la recuperación de la salud de los ciudadanos como profesionales cercanos y accesibles y también elogiaba el modelo de farmacia por “dinámico”, con demostrada capacidad para adaptarse a las diferentes situaciones sanitarias.
A su modo de ver, esta última capacidad es la que ha hecho posible que la Farmacia Comunitaria haya evolucionado a un modelo de prestación de servicios centrados en el ciudadano en colaboración con otros profesionales sanitarios y un potencial aliado en las políticas sanitarias de las Comunidades Autónomas. Así, ha agradecido el apoyo del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria en la implantación de la receta electrónica (completa en oficinas de farmacias y consultas médicas de la región), y otras iniciativas, como la prueba rápida de VIH.