El Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl), en colaboración con los colegios oficiales de farmacéuticos de la comunidad, Janssen y la Asociación de enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU) han puesto en marcha un programa de formación especializada en patologías intestinales para detectar nuevos casos entre la población.
El objetivo principal de los talleres es priorizar la formación continua y mantener unos servicios farmacéuticos profesionales acordes a la demanda de la población, mejorando así la calidad de la atención farmacéutica. Todo ello con la vista puesta en detectar desde las oficinas de farmacia a nuevos pacientes no diagnosticados, facilitando su derivación al facultativo, así como realizar un seguimiento de aquellos que ya disponen de un diagnóstico.
Los talleres se realizarán a lo largo del mes de marzo, impartiendo formación especializada sobre la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (Colitis Ulcerosa y Enfermedad de Crohn) y se desarrollarán en las nueve provincias de la comunidad. Esta formación permitirá que los farmacéuticos avancen en el conocimiento de los síntomas y los efectos de estas patologías, y conozcan con detalle el impacto que tiene en la vida de las personas que las padecen y profundicen en el abordaje de la enfermedad desde las oficinas de farmacia.
El Concyl ha explicado que los talleres, que se desarrollarán en los COF de la región, estarán impartidos por un facultativo, que recordará los aspectos clínicos de la enfermedad, un farmacéutico, que informará del protocolo de actuación en las farmacias, así como el testimonio de un paciente de la Asociación de enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU).
Igualmente, detalla que en el caso de los pacientes no diagnosticados, las oficinas de farmacia de Castilla y León pondrán el foco a partir de ahora en la Enfermedad de Crohn y la Colitis Ulcerosa para reconocer síntomas de sus pacientes, asociarlos a estas patologías y propiciar su derivación al especialista lo antes posible. Esto implicará una mejora en el tiempo de diagnóstico y un incremento en la calidad de vida de los pacientes.
En el caso de los pacientes ya diagnosticados, el papel de la oficina de farmacia será realizar un seguimiento farmacoterapéutico de estas personas, supervisar el grado de adherencia al tratamiento, su estilo de vida, detectar posibles cuadros de ansiedad o trastornos de adaptación y depresivos, etc. El objetivo es disminuir episodios de la enfermedad. Además, muchos de estos pacientes tienen diagnosticada una segunda enfermedad, en mucho casos de origen autoinmune (psoriasis, artritis reumatoide...), por lo que se hace necesario vigilar especialmente las interacciones, duplicidades y contradicciones en el tratamiento.
Y por último, también se prevé que desde las oficinas de farmacia de Castilla y León se haga especial hincapié en la promoción de hábitos saludables para hacer frente a estas patologías. Desde fomentar un correcto estado nutricional a evitar el consumo de tabaco, realizar cierta actividad física, evitar un exposición excesiva a la luz solar y utilizar siempre crema de alta protección.
Nicolas Gonzalez Casares: