El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) han suscrito un convenio de colaboración con el que se potenciará la implicación de la red de 22.000 farmacias españolas en la lucha contra la violencia de género, convirtiendo a éstas en un punto de información, sensibilización y detección de casos.
El convenio incluye, tal y como confirmó el presidente del CGCOF, Jesús Aguilar, el desarrollo de material de apoyo para las farmacias, que contribuirán a la difusión de campañas de concienciación, así como formación específica para los farmacéuticos en materia de prevención y actuación frente a este tipo de situaciones. Para ello, las partes se han comprometido al desarrollo de un protocolo que guíe a estos profesionales.
La firma de este convenio, aclaró la ministra, forma parte del catálogo de acciones que su Departamento se ha comprometido a desplegar, en el marco del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que se suscribió el pasado mes de diciembre. Concretamente, explicó, "se va a dar cumplimiento a los puntos 27 y 157 a través de las citadas campañas de concienciación social, que se realizarán a través de las oficinas de farmacia y se formará a los farmacéuticos en materia de violencia de género, además de elaborar ese de protocolo para acompañar ante las primeras señales de violencia".
El valor de la farmacia contra la violencia de género
Durante la presentación de este convenio, Aguilar puso en valor "la cercanía, accesibilidad y confianza" que ofrece la red de 22.000 farmacias que hay en el territorio nacional y, a este respecto, recordó que "el 99% de la población dispone de una farmacia en su municipio y que los españoles entran, de media, cada 20 días en su farmacia". Esta razón de cotidianidad fue recogida también por la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, María José Ordóñez Carvajal, quien manifestó su deseo de estar "cerca de las mujeres desde los lugares a los que asisten en su vida diaria, y uno de ellos son las farmacias, un establecimiento con gran tradición de servicio público".
Montserrat también destacó el hecho de que la farmacia "sea la primera asistencia sanitaria que reciben los ciudadanos de los pueblos más pequeños", teniendo en cuenta que uno de los puntos del Pacto de Estado recoge la necesidad de reforzar los apoyos a las mujeres en el mundo rural, en el que pueden verse más desprotegidas. También puso el énfasis en que "el 74% de la profesión sean mujeres, lo que da mucha confianza para que aquellas que son víctimas de violencia de género puedan dar ese primer paso y romper el silencio".
A este respecto, Aguilar aseguró que la intención de la farmacia es convertirse en "cómplice para ayudar a esas mujeres a romper su silencio", ya que, más allá de su función sanitaria, dijo, "tenemos el compromiso de jugar un importante papel social". Y, en este punto, hizo referencia iniciativas que se han puesto en marcha en comunidades autónomas, como Castilla y León, donde las boticas participan en el programa de atención integral ‘Violencia 0’, una muestra de que las oficinas de farmacia pueden ser un aliado en la lucha contra esta lacra.