El Premio Nobel en Medicina y Fisiología 1993, Phillip Allen Sharp, fue el encargado de abrir el I Congreso Mundial de Facultades de Farmacia, IPAP18, que se celebra en la Universidad de Salamanca, con una ponencia sobre las vacunas. Además, en la rueda de prensa previa abordó también la controversia generada en torno al movimiento antivacunas, al que calificó como "muy peligroso".
A este respecto, Sharp afirmó que "el beneficio de la vacuna no es solo para el individuo, sino para la sociedad" y aseguró que éste es "mucho mayor que el riesgo". "Hemos logrado muchos avances con las vacunas y deberíamos buscar mejores vacunas para todas las enfermedades virales", concluyó al respecto.
En su discurso inaugural, Sharp habló de la importancia de la aplicación de la ciencia en medicina para mejorar la vida de los pacientes, así como de poder llevar esos conocimientos a la sociedad. Puso como ejemplo la interferencia del ARN y los pequeños trozos de ácidos nucleicos que se están utilizando como medicinas para cambiar la vida de los pacientes.
Terapias celulares
De los avances actuales, destacó las transiciones de fase en las células, investigaciones en las que ha participado y que no han mostrado los resultados previstos en lo que respecta a las enfermedades virales agudas. A día de hoy, puntualizó, "no se pueden curar enfermedades virales agudas, como el dengue, fiebre amarilla o ébola. En las virales crónicas hemos triunfado, pero en las agudas no".
En este punto, se refirió a las dificultades de trasladar la investigación básica a la práctica no es fácil. En este sentido, consideró que es fundamental acelerar procesos, e hizo referencia a Estados Unidos, donde se está empezando a considerar esta opción cuando la enfermedad está muy avanzada, habiendo casos en los que se están aplicando a los pacientes tratamientos experimentales. El objetivo ahí, dice, "es que los investigadores colaboren de forma más estrecha con los médicos”.
Nicolas Gonzalez Casares: