La Oficina Regional de la Organización Mundial (OMS) de la Salud para Europa ha hecho público el informe 'European Health Report 2018. More than numbers - evidence for all', un análisis que sucede a otros realizados en 2012 y 2015, y que, en este caso concreto, está centrado en el grado de cumplimiento de los objetivos 'Health 2020'. Entre ellos, está la eliminación de la mortalidad infantil prematura causada patologías prevenibles mediante inmunización por vacunación (concretamente se refieren a la polio, el sarampión y la rubeola). En este apartado, la conclusión es que "la cobertura vacunal infantil se ha incrementado desde el año 2000, aunque hay que vigilar las diferencias persistentes entre países". "En 2015", apuntan, "algunos países continuaban con ratios cobertura por debajo del 90%".
En lo que se refiere al incremento de la cobertura experimentado en el conjunto de la Unión desde el comienzo del nuevo milenio, la Oficina Regional de la OMS indica que ésta ha pasado a ser del 94,3%, en el caso del sarampión en 2015, y del 96,1% en el caso de la polio. Las cifras se habrían incrementado considerablemente si se comparan con las de 2010, en el que bajaron al 92,2 y el 94,8% respectivamente.
"Los datos más recientes", explican, "indican que existen aún diferencias significativas en los ratios de vacunación de los diversos países, con algunos de ellos registrando datos inferiores al 90%". Concretamente, aluden a un total de 10 países "con ratios de vacunación de menos del 90% para el sarampión" en 2015, mientras que habrían sido cinco los que no habrían alcanzado ese porcentaje para la polio. Esto, opinan, "supone poner a las comunidades en una situación de vulnerabilidad a nuevos brotes".
Referidas estas desigualdades, en el informe se recoge el hecho de que un 79% de los Estados, en el caso del sarampión, y un 70%, en el caso de la rubeola, habían conseguido interrumpir la transmisión de estas enfermedades durante más de 12 meses a finales de 2016. Así, aunque "la Región europea, como un todo, ha conseguido importantes avances en la eliminación de estas enfermedades en los últimos años, un análisis estratificado muestra la existencia de países donde siguen activas". En total, nueve para el sarampión y 14 para la rubeola, señalan, y citan datos del Banco Mundial para aclarar que "la mayoría de ellos cuentan con ingresos medios", es decir, no están en el grupo de los más ricos.
En el caso concreto del sarampión, seis de los nueve (67%) atienden a este calificativo y el 55% no cuentan con ningún donante. "En 2015, el 70% de los niños que no recibieron la tercera dosis de la vacuna difteria-tétanos-pertusis residía en países de ingresos medios sin apoyo de donante", añaden. "Son estos países", concluyen, "los que siguen encontrando dificultades para financiar sus programas de inmunización y hacerlos sostenibles, y ese factor contribuye a una caída del ratio de cobertura en la vacunación contra enfermedades como el sarampión, lo que a su vez genera que existan grupos de población no protegidos". Por eso, para que estos países puedan alcanzar los objetivos del Vaccine Action 2015-2020 "tendrán que diseñar", dicen, "programas de vacunación con intervenciones específicas".
La necesidad de contrarrestar a los antivacunas
Desde la Oficina Regional de la OMS aluden directamente al obstáculo que supone, de cara a alcanzar coberturas vacunales capaces de erradicar enfermedades como el sarampión o la rubeola, "la desinformación sobre las vacunas", que habría resultado, aseguran, "en una pérdida de confianza en varios países con respecto a su seguridad". En este sentido, llaman a la implicación de todos los actores implicados para enfrentar esta situación.
En este sentido, recuerdan que desde la Oficina se ha desarrollado un documento, puesto a disposición de personas con posibilidad de influencia social, para que contribuyan a contrarrestar los mensajes de los antivacunas. La guía habría sido desarrollada sobre la base de la literatura disponible en publicaciones médicas, y contiene argumentos para desmontar los habitualmente utilizados por aquellos que no confían en estas herramientas utilizadas para la prevención de enfermedades. En ella pueden encontrarse desde aspectos relacionadas con la psicología del receptor, técnicas de adopción, cuestiones relacionadas con la religión, identificación de falsos expertos y los condicionantes que pueden hacer inefectiva la comunicación en las consultas.