“La poliomielitis, la difteria o el sarampión son enfermedades que resurgirán incluso en los lugares donde nos hemos olvidado de su existencia, como es el caso de España, si no se aumentan los esfuerzos por mejorar las coberturas vacunales”. Con estas afirmaciones de por Abián Montesdeoca, La Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) ha lanzado un mensaje de advertencia sobre la situación de la vacunación en España, donde a pesar de mantenerse los niveles de vacunación en muchos sectores, también se comienzan a detectar bolsas de población no vacuna
Montesdeoca ha realizado estas afirmaciones en las XIV Jornadas de Vacunas del Comité Asesor de Vacunas de que se han celebrado en Ourense. Junto a ello destaca también que existe un riesgo de resurgimiento de este tipo de enfermedades por dos razones: primero, por el desequilibrio que existe en el acceso a las vacunas en los diferentes países del mundo, reflejo de una desigualdad en el nivel de desarrollo que obliga a las personas a migrar y, segundo, como consecuencia del descenso generalizado de las tasas de vacunación incluso en países de alto Índice de Desarrollo Humano, ocasionado en buena parte por la irrupción de la covid.
La polio, recuerda, fue declarada "emergencia de salud pública de interés internacional" en 2014. El pasado 2 de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió prorrogar esta declaración por 34ª vez consecutiva.
Además de la lucha contra las infecciones por el virus salvaje tipo 1, los nuevos retos se centran en el control también de los virus derivados de la vacuna (en especial el tipo 2). En cuanto a la difteria, el pasado mes de octubre, esta organización advirtió de un repunte del número de casos en Europa en personas refugiadas o solicitantes de asilo procedentes de países de África y Asia (fundamentalmente de formas cutáneas de la enfermedad). La cobertura de vacunación contra el sarampión, por su parte, ha disminuido constantemente desde el comienzo de la pandemia de la covid; en 2021 un récord de casi 40 millones de niños no recibió una dosis de esta inmunización; ese año hubo unos 9 millones de casos y 128.000 muertes por sarampión en todo el mundo.
En pasado mes de octubre de 2022, el Ministerio de Sanidad evaluó el riesgo asociado a la importación de poliovirus (PV) en España tras la reciente identificación de casos de poliomielitis y de poliovirus en aguas residuales en países de nuestro entorno. La conclusión fue que el riesgo asociado a PV en el país es en la actualidad muy bajo aunque, dada la situación epidemiológica y el descenso de la cobertura de vacunación a nivel internacional, se recomienda mantener la coordinación entre todos los componentes que forman parte del Plan de Acción de España para la Erradicación de la Poliomielitis, así como el mantenimiento y fortalecimiento de los sistemas de vigilancia.
“El problema está en que en algunas zonas de Occidente hay bolsas de no vacunados frente a la polio por decisión propia, en buena medida a costa de personas que desconfían de las vacunas, fenómeno que puede empeorar tras la pandemia de la covid. Aunque las tasas de vacunación para una enfermedad sean altas entre la población de un país a nivel global, si hay bolsas de población no vacunada a nivel local, el riesgo de aparición de brotes es real, tal y como se ha demostrado recientemente en Nueva York”, alerta el doctor Montesdeoca Melián.
Difteria
La difteria es una enfermedad rara en Europa. Se ha registrado una media de 52 casos cada año entre 2016 y 2020 en Europa, aunque el pasado mes de octubre, la OMS-Región Europea advirtió de un repunte del número de casos de difteria en la región, en personas refugiadas o solicitantes de asilo procedentes de países de África y Asia (casi un tercio de ellos procedentes de Afganistán). Se habían registrado 144 casos en Alemania, Austria, Francia, Italia, Noruega, Reino Unido y Suiza. La Agencia Europea para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) estima que el riesgo de extensión de la difteria en los países con elevadas coberturas vacunales es muy bajo, aunque no puede descartarse que afecte a personas no vacunadas o con inmunodepresión.
“Es algo que tenemos que tener muy vigilado, sobre todo en zonas donde se producen llegadas importantes de personas migrantes procedentes de países con bajas coberturas vacunales. En los campamentos de acogida que son frontera sur de Europa se hacinan miles de personas con procedencia diversa y coberturas vacunales muy dispares. Si el sistema de salud se empeña en poner barreras para la atención de esta población, estará cometiendo, no solo una terrible injusticia con un colectivo muy vulnerable que sobrevive a penosos periplos migratorios, sino una temeridad que puede terminar afectando al conjunto de la sociedad. Se necesitan planes específicos de atención sanitaria y vacunación para estas personas”, subraya el experto del CAV-AEP.
Sarampión
La cobertura de vacunación contra el sarampión, por su parte, ha disminuido constantemente desde el comienzo de la pandemia de la covid. En 2021 un récord de casi 40 millones de niños no recibió una dosis de la vacuna contra el sarampión: 25 millones de niños no recibieron la primera dosis y otros 14,7 millones no recibieron la segunda. Este hecho es un revés importante en el camino para lograr y mantener la eliminación del sarampión en el mundo y deja a millones de niños a merced de la infección. En 2021, hubo unos nueve millones de casos y 128.000 muertes por sarampión en todo el mundo.
“El sarampión, contrariamente a lo que alguna gente piensa, no está eliminado ni erradicado. Sigue habiendo países en Asia y África donde se dan un gran número de casos y, en el mundo globalizado en el que vivimos, puede aparecer una persona en nuestro país que esté incubando la enfermedad. Por eso es tan importante que los niños estén bien protegidos; si no, en cualquier momento podría surgir un brote. No tiene por qué suceder, pero es una posibilidad, ¿por qué jugársela habiendo una vacuna para prevenirlo?”, advierte la doctora María José Cilleruelo, codirectora de las XIV Jornadas de Vacunas del CAV-AEP.
El sarampión es una enfermedad con importantes riesgos asociados que se puede prevenir casi en su totalidad con la vacunación. La vacuna frente a esta infección se encuentra incluida en las conocidas como “triple vírica” y “tetravírica”, preparados que incluyen también antígenos contra la rubeola, la parotiditis y la varicela en el caso de la última. La vacuna contra el sarampión se administra en casi todos los países del mundo, pero hay lugares en los que no se llega a coberturas de vacunación lo suficientemente altas como para conseguir que no circule el virus. Hay adultos que no se han vacunado ni han pasado la enfermedad y niños que todavía no han iniciado la vacunación.
En España se pone una primera dosis a los 12 meses de edad y luego otra con 3-4 años, pero los expertos analizan actualmente la conveniencia de adelantar ambas dosis para acelerar la óptima protección. “Las tasas de vacunación frente al sarampión han sido históricamente altas en España, pero en los últimos años, aún más tras la irrupción de la covid, han disminuido de una forma preocupante. De hecho, en la actualidad, sólo cinco comunidades autónomas superan el 95% de cobertura con la segunda dosis de vacuna de sarampión, tal y como aconseja la OMS. En nuestro país, la vacunación se inicia a los 12 meses y probablemente es tardía y podría adelantarse. Hasta ahora se ha considerado que los niños tenían anticuerpos maternos que les protegían durante el primer año de vida, pero ahora se está viendo que se agotan antes; a partir de los 7-9 meses los niños están poco protegidos y, si aparece el virus, se pueden contagiar”, concluye la doctora Cilleruelo.