La sede del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife acogió el coloquio ‘Las claves que afectarán a la farmacia. Un repaso a las iniciativas con mayor impacto’, que forma parte de una serie que se está desarrollando en distintas provincias españolas. La cita contó con la asistencia de más de un centenar de colegiados interesados en conocer algunos asuntos de gran actualidad para el sector y fue moderada por el director de Diariofarma, José María López.
Participaron como ponentes en esta ocasión, el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, José Manuel Baltar; el presidente de la Federación de Diabetes de Canarias, Julián González; el director de Relaciones Institucionales y Comunicación de Teva, Rafael Borrás; y el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, Manuel Ángel Galván.
Uno de los temas abordados fue la situación de los medicamentos genéricos en la región. A este respecto, Baltar reconoció que, en los últimos meses, “se han planteado una serie de medidas. La consejería trabaja más intensamente para avanzar en la línea de los genéricos”. De este modo, el consejero explicó que la prescripción por principio activo, que “se tiene que negociar con el resto de los agentes”, es la primera de las medidas que tienen en mente. El consejero reconoció el aporte excepcional que puede hacer la incorporación de más genéricos, algo que “es bueno para el sistema”.
El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias desveló que, en la actualidad, “hay sobre la mesa 22 medidas en nuestro sistema y somos conscientes de que muchas no estamos consiguiendo que calen. Yo pido a los genéricos que, si es posible, que bajen incluso más el precio. Y a los farmacéuticos, les animo a que sigan haciendo el excelente trabajo que realizan en su día a día. Y, por supuesto, que sigamos trabajando juntos como hasta ahora”.
Galván, por su parte, considera que el sector “debe apostar decididamente por ellos, ya que han aportado un valor importante. Mil millones de euros en reducción de gasto es una cifra muy significativa y, sin duda, se habrá invertido en otras cosas. Los genéricos influyen en la sostenibilidad del sistema, rebajan el precio y suponen un importante ahorro para todos. Lo que ocurre es que hay que concienciar no solo a los pacientes, sino también a los profesionales. Desde mi punto de vista, favorece también para que las marcas innoven”.
Borras, no obstante, no tiene un concepto tan positivo y afirmó que las políticas en relación con este tipo de medicamentos no son positivas. “Tienes una doble sensación ya que te utilizan para bajar el precio y luego se olvidan de ti”. Además, el representante de la industria reclamó a los farmacéuticos “hacer un esfuerzo para fomentar el genérico” ya que hay ocasiones en las que hay que convencer al paciente con argumentos sólidos. El representante de Teva explicó que es un riesgo real que algunos genéricos no lleguen a lanzarse por falta de rentabilidad, incluso a pesar del gran número de compañías que al ser pequeñas no podrían evitar el riesgo de desabastecimiento, y a este respecto explicó que “las comunidades autónomas pueden poner herramientas en los centros de salud que podrían ser interesantes”.
El representante de los diabéticos explicó que “generalmente el paciente se fía del médico y nosotros, los pacientes, asociamos la marca con el bueno y no con el genérico. El concepto que el paciente tiene es que el genérico le va a hacer el daño y, por eso, considero que aún queda mucho camino por recorrer para poder cambiar la mentalidad de los pacientes”.
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Canarias agregó que todos “debemos ser conscientes del valor que tiene el genérico ya que, aunque parezca una contradicción, supone un incentivo en la innovación". El farmacéutico abogó Incluso habría que buscar otro nombre que sustituya a la palabra ‘genérico’, que estimule y no tenga ese carácter casi despectivo. El nombre ayuda mucho y, más tarde, habría que convencer a todos los profesionales que estamos en la cadena de las ventajas que comporta el hecho de que tengan un precio más reducido”.
Borrás terció nuevamente en el asunto y criticó que, a su juicio, “no he visto ningún área del medicamento donde se hable tan bien de algo y luego no se haga nada. Y me refiero al Senado, al Congreso e incluso a las comunidades autónomas. Por eso, pediría que se haga un esfuerzo para lanzar los genéricos en el mercado”.
Verificación unitaria
Durante el coloquio se abordó la problemática de la verificación unitaria y otros sistemas de falsificación de medicamentos que, con la entrada en vigor el próximo 9 de febrero de la obligación de verificar los medicamentos dispensados, implicará cambios para la gestión de los medicamentos que requieren prescripción y los que no la requieran y estarán en una lista.
Galván indicó al respecto que esta circunstancia “viene impuesta desde la Unión Europea y estamos de acuerdo en este proceso. Es verdad que no existen problemas con los datos que tenemos, pero estamos comprometidos con este sistema y, desde el colectivo, trabajaremos por él. La directiva y el reglamento del SEVEM están en marcha desde que salieron en 2011”, recordó el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Canarias.
Baltar, por su parte, mostró su confianza en que este nuevo sistema “nos lleve a la simplificación máxima. En el consejo interterritorial acordamos continuar con un desarrollo propio en el sistema internacional de salud. Consideramos que no podremos concluirlo antes de junio de 2019, pero entendíamos que no se podía perder este control como responsabilidad y algunas consejerías hicimos un planteamiento para aproximarnos y aprovechar lo ya existente en el desarrollo farmacéutico”, concluyó el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias.
Desabastecimientos
Sobre la mesa también se puso el asunto de los desabastecimientos, que ha generado cierta alarma social en las últimas semanas. En este sentido, se informó a los asistentes que el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCF) ha puesto en marcha una herramienta, Cismed, para hacer un seguimiento diario de este problema y que, en la actualidad, hay más de 6.000 farmacias que aportan sus datos a este sistema, lo que lo convierte en una importante referencia para el sector.
Borrás consideró que, en algunos medios de comunicación, “se ha exagerado mucho con el tema de los desabastecimientos, aunque es un tema importante, ya que habitualmente se trata de medicamentos sustituibles. No obstante, el representante de la industria explicó que se trata de un tema multifactorial y todos debemos asumir nuestra responsabilidad. Espero que los farmacéuticos ayuden a la industria y que la administración gestione los casos realmente importantes. “Intentaremos que todos los medicamentos estén en todos los sitios en tiempo y forma”, aseguró el director de Relaciones Institucionales y Comunicación de Teva.
González, mientras tanto, opinó que el desabastecimiento “genera bastante confusión entre las personas afectadas y eso las va a llevar a ir nuevo al médico en su intento por resolver el problema. A la Federación de Diabetes de Canarias nos ha llegado ese temor y nuestros asociados quieren saber cómo les afectará este asunto en su vida diaria. Desde nuestro colectivo consideramos que ese asesoramiento tiene que llegar tanto desde el punto de vista de los médicos como el de las farmacias”, consideró.
En este punto, el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Canarias recordó que en el Archipiélago “tenemos la situación geográfica que conocemos, ya que estamos en unas islas en las que el suministro no tan directo como a nivel nacional pero, en cualquier caso, intentamos suplir el problema. Hace falta una comunicación entre profesionales para instruir a los usuarios en la sustitución de medicamentos que son equivalentes. Muchas veces esa alarma se produce al detectar que faltan determinados medicamentos, pero no se trabaja suficientemente que esas ausencias pueden sustituirse por otros”.
Baltar validó la versión de Galván y aseguró que “el modelo de adquisición de Canarias no tiene las debilidades de otros, pero los canarios hacemos de la dificultad una virtud. El Archipiélago cuenta con unas existencias que tienen una mayor duración. Hay que tener cuidado con determinadas noticias porque el efecto que generan puede propiciar movimientos indeseables relacionados con el acopio”, advirtió.
Claridad en el uso de símbolos para farmacias
Otro de los elementos de debate fue el uso de símbolos exclusivos de las farmacias por otros establecimientos. A este respecto, Manuel Ángel Galván considera que este capítulo entraña diversos riesgos, especialmente porque “ya hay municipios que tienen más parafarmacias que farmacias y, en ocasiones, los turistas no interpretan bien la diferencia en los símbolos. Al ser un destino turístico creo que, en este asunto, habría que hacer un nuevo trabajo. Algo que no beneficie a los que, aprovechando esta confusión, dispensan otras cosas a cambio de medicamentos. Espero que no tengamos que acordarnos de esto el día que suceda algo grave, pero ya contamos con reclamaciones de ciudadanos extranjeros que reciben una medicación que no es la suya habitual”, denunció el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Canarias.
González va incluso mucho más allá y aseguró que este problema “está en las zonas turísticas, pero también en las capitales. La población, en los términos más rurales, está muy asociada a las farmacias y es complicado que esto suceda. Pero, desde mi punto de vista, habría que clarificar las diferencias entre unas y otras de una manera más clara”.
Baltar terció en el asunto y afirmó que, durante 2017, “incluimos en la Ley de Presupuestos aquello que pensamos que solventaría este tema pero, por desgracia, no fue así. En los de 2019 va matizado en la línea que los Colegios de Canarias nos han solicitado. Rechazamos el intrusismo, la publicidad engañosa y, por supuesto, esas pseudociencias en las que nadie está a salvo de que se le dispense algo que no sea lo correcto”.
Servicios Profesionales farmacéuticos asistenciales
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Canarias también desveló que este organismo “está trabajando en servicios relacionados con el entorno del medicamento y en la adherencia”, pero reconoció que, desde su punto de vista, “deberíamos trasladar unos servicios en torno al medicamento y otros en torno a la salud pública a partir de la prevención de la salud. Pensamos que debemos diseñar un modelo que contribuya a aportar valores y poder trabajar en colaborar con los servicios públicos. En este capítulo, compartir y comunicar son básicos para contribuir al sostenimiento del sistema público sanitario”.
El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias indicó, en este punto, que el compromiso “para la defensa pública de la sanidad en el Archipiélago fue una apuesta en la que el farmacéutico, pese a la instalación en la que se encuentra, tiene un rol muy importante para su zona. Nosotros estamos conformes, pero también consideramos que tiene que haber un planteamiento de corresponsabilidad y mucho diálogo para evitar polémicas que destrozan el propio sector sanitario”.
Borrás, por su parte, aseguró que la farmacia, con el tiempo, “ha hecho una apuesta por el tipo que considera más correcto. No del modelo de gestión, sino del modelo asistencial que queremos. El medicamento es y debe seguir siendo el eje central, donde el especialista es el farmacéutico y la farmacia como espacio de salud. Hemos de asegurar la eficacia del medicamento, pero la efectividad solo puede garantizarla un profesional. Tenemos tanto trabajo por hacer que, sin duda, este campo constituye una oportunidad magnífica para trabajar en equipo”.
González manifestó que desde la experiencia que le otorga el largo recorrido de su colectivo “las farmacias son muy positivas, ya que el farmacéutico es el más cercano al entorno en el que se mueve el paciente. Hay 80 centros de salud frente a 700 farmacias. Por eso son un capital muy importante y hay que aprovecharlo de la mejor manera posible. Los médicos apenas tienen 15 minutos para explicarte y recetarte. El usuario, casi siempre, no interpreta lo que se le receta. Y, al final, es el farmacéutico el que hace su labor explicando cómo deben tomarlo cuando el paciente llega a su establecimiento y se le dispensa el medicamento. Es un sector clave. Las farmacias son espacios auténticos espacios de salud. Incluso, en nuestro caso, ayudan a detectar la diabetes entre esa población que aún desconoce que puede tenerla. Hay mucho por hacer, pero trabajando en equipo pueden lograrse buenos resultados”.
Galván está convencido de que los servicios profesionales “aportan valor a los farmacéuticos. No puede suponer un coste adicional, pero hay que distribuirlo dentro de lo que denominamos gasto farmacéutico. Debemos diferenciar el gasto en medicamentos del gasto farmacéutico que, por su labor, sigue con la tutela del servicio que se ofrece en nuestros establecimientos”.
Baltar admitió que la situación ideal “sería la de ser capaces de alinear en la población la ecuación de salud y satisfacción, manteniendo el gasto de medicamentos y el nivel de incentivos asociado al farmacéutico. Sin duda, eso sería maravilloso. Pero, a día de hoy, la consejería no tiene esa fórmula”.
Borrás ejemplificó con los modelos que se desarrollan en otros países “en los que se realizan servicios remunerados y donde la administración ve ese retorno de inversión por cada euro gastado por el sector farmacéutico”. Incluso ejemplificó al afirmar que “no resulta tan descabellado hablar de prescripción farmacéutica cuando en países como Reino Unido el farmacéutico es el agente que prescribe la continuidad de un tratamiento. Muchas veces te encuentras en la farmacia a un paciente que sabes que está llevando un tratamiento, pero que ese día no tiene la receta. ¿Qué haces? ¿Le niegas el medicamento que sabes que necesita? Al final, se lo das. Esto no se debería hacer, pero existe un criterio y se le despacha. En la farmacia se dan multitud de situaciones y, por eso, se debería confiar más en el profesional y salir un poco de la estricta legislación que tenemos. Nadie niega nuestra importante responsabilidad e incluso considero que deberíamos realizar formación adicional. A veces nos encontramos con situaciones que no podríamos hacer si el mostrador de nuestra farmacia tuviese más pacientes. Al final, estás con el paciente media hora y apenas le cobras un euro por el medicamento”.
Tiras reactivas y agujas
Galván considera que las farmacias “también deben trabajar mucho más con los pacientes diabéticos. Especialmente, en el tema de las agujas. Nosotros también damos las tiras y eso solo lo hacen otras tres autonomías a nivel nacional. Pero es un servicio que el paciente valora muchísimo. Le facilita la vida porque el horario y la disponibilidad de las farmacias los beneficia. Los diabéticos son pacientes estratégicos que deben ser controlados para que el sistema siga siendo sostenible y, por esa razón, hay que continuar trabajando tanto en el asunto de las agujas como en el de la recogida de residuos”.
González resaltó que, para los pacientes con diabetes, “Canarias es un espejo para el resto de España. Aquí se facilita mucho la vida a las personas que estudian y trabajan. Tener la distribución de las tiras reactivas y las agujas en los centros de salud es un atraso. Hay que seguir avanzando en el modelo que tenemos porque constituye un beneficio para nuestro colectivo. Los diabéticos canarios necesitamos de la solidaridad de todos para mejorar nuestra salud. Y soy el primero al que le preocupa que el 25 por ciento del presupuesto de la Sanidad canaria se destine a la diabetes y sus complicaciones. Esta enfermedad es una cuestión de prevención y, como tal, las farmacias juegan un papel vital en esto. Poner las agujas en las farmacias reduce el gasto, ya que se pasa a tener 700 puntos de distribución en las farmacias en vez de los 80 de los centros de salud. Por esa razón, le ruego a los políticos que sigan negociando bien con la industria para bajar los costes, pero sin que repercuta en la calidad del producto que nos llega”.
Conflicto con la enfermería
El coloquio también abordó esta cuestión en la que Manuel Ángel Galván fue el encargado de aclarar que los farmacéuticos mantienen “una muy buena relación con todos los enfermeros pero, a nivel corporativo, luego pasa lo que pasa. Hemos intentado colaborar siempre con ellos en todos los eventos que organizamos, pero no nos responden. Siempre hemos estado con las manos abiertas para recibir a cualquier profesional sanitario. Creo que este tema es más a nivel político. A nivel social, en la calle, apenas se aprecia. Ellos tienen otras estrategias y reclamaciones que, desde mi punto de vista, no tienen nada que ver con los farmacéuticos”, aseguró.
Baltar, mientras tanto, dio su versión y trasladó que, en su momento, “los farmacéuticos estuvieron desafortunados. Quedó la sensación de que querían hacer cosas que competen a otros profesionales y eso se sintió así en otros colectivos. Personalmente, no la tuve porque tenía en mi poder el documento que los farmacéuticos me hicieron llegar. Pero el que no lo tuvo entre sus manos quizá se llevó una percepción distinta a la mía. Me comprometo a buscar un ámbito común en el que la enfermería y la farmacia puedan trabajar juntos, pero es cierto que el sector de la enfermería me ha hecho llegar una serie de quejas que es necesario abordar”.
Borrás rechazó elevar el nivel de tensión actual y apostó por “frenar este conflicto. A más críticas, más servicios. Y a más beligerancia, mejores servicios aún”.
González consideró que esta problemática “es gratuita” y agregó que todos los sectores sanitarios “se llenan la boca diciendo que todo el sistema gira alrededor del paciente, pero luego no nos tratan como merecemos. Si todas las acciones se centrasen realmente en el paciente, el resultado sería diferente. Todo sería más fácil si se desarrollase el trabajo en común por parte de todos los agentes implicados. Se haría más prevención y se evitarían complicaciones. Se crean problemas ficticios porque determinados sectores viven demasiado alejados de la realidad de los pacientes. La enfermería es nuestra aliada y es de los más cercanos a nuestros problemas, en los que somos su paño de lágrimas por los procesos que comportan nuestra enfermedad. Pero una cosa no quita la otra. Esto debería resolverse ya. No sé de quién depende, pero espero que, dentro de ese Plan de Mejora de la Sanidad Canaria, nos sentemos todos y veamos cómo podemos mejorar, con eficacia, la atención a nuestros pacientes”.
Baltar, por último, insistió en que la consejería de Sanidad “trata de contar con todos los agentes y de quien más aprende, en primer lugar, es de los pacientes. Y luego, jerárquicamente, de los profesionales. El sistema canario de salud no puede permitirse un conflicto profesional que lo único que hace es restar. Por eso, considero que la realización de un trabajo aún más coordinado por parte de todos los colectivos multiplicaría por cien los resultados exitosos”, concluyó.
Texto y fotos: Iván Villanúa y Deporpress