La Agrupación Farmacéutica de la Unión Europea (PGEU) ha elaborado un decálogo de recomendaciones, incluidas en en un documento titulado 'Pharmacy 2030: A vision for community pharmacy in Europe', en aras de un mejor aprovechamiento de las capacidades y los conocimiento de los farmacéuticos comunitarios para satisfacer las necesidades y las demandas de la población. Unas recomendaciones que, recuerdan desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), destilan el aroma de las reinvindicaciones de la farmacia española, ya que, aseguran, este nuevo posicionamiento es fruto del trabajo de Jesús Aguilar, presidente saliente de la Agrupación Europea, durante su año de mandato.
En primer lugar, se hace un llamamiento a la maximización "de los beneficios de la intervención de los farmacéuticos en el seno de los sistemas sanitarios, mediante la promoción de servicio profesionales, para mejorar los resultados de los tratamientos y la adherencia, a la vez que se minimizan los riesgos". Para eso, la PGEU considera necesaria la implicación de estos profesionales en "modelos colaborativos de atención", permitiendo a los farmacéuticos el acceso a la información del paciente y, sobre todo, de la medicación que está tomando.
También entienden que es fundamental tener en cuenta la visión de la farmacia comunitaria para la incorporación de tecnologías al cuidado de la salud, confiando en estos profesionales, además, como "fuentes de información fiable" para alimentar las bases de datos sobre salud. Además, se debería dar apoyo a los farmacéuticos para que se involucren en procesos de evaluación farmacogenética y recopilación de real world data para mejorar la seguridad de los pacientes, así como para que contribuyan "al cribado poblacional, la gestión de la medicación, la promoción de la salud, y otros aspectos que puedan ayudar a reducir los riesgos derivados de la cronicidad".
Finalmente, abogan por establecer "marcos regulatorios que ayuden a maximizar todo ese valor que entienden puede aportar la farmacia comunitaria, asegurando que estos pueden dispensar un amplio rango de medicamentos y productos sanitarios, con una remuneración acorde a los servicios que prestan a la sociedad y la aportación que hacen a la sostenibilidad del sistema".
Influencia española
El encargado de presentar el documento, que habría sido promovido por el anterior presidente, el español Jesús Aguilar, ha sido el nuevo presidente de la PGEU, Michal Byliniak, quien ha recordado que la Agrupación cumple este año su 60º aniversario y es un buen momento "para reconocer la vital contribución que hace la profesión farmacéutica a la salud de la población y mirar cómo podemos elevar esa aportación en el futuro", en el cual planean asuntos como la sostenibilidad financiera de los sistemas sanitarios, los recortes de personal, o el reto que supone la cronicidad. Ante este panorama, los farmacéuticos se presentan, según Byliniak, como "profesionales cualificados frente a un entorno que exige la adopción de una visión más personalizada, centrada en el paciente y digital".
Aguilar ha subrayado que "este documento marca la hoja de ruta de la Farmacia Europea para avanzar en el desarrollo asistencial de la profesión y aportar seguridad en el uso de los medicamentos y eficiencia a los sistemas sanitarios". Desde el CGCOF recuerdan además que entre los ejemplos de éxito llevados a cabo en los Estados miembros, PGEU enumera tres iniciativas desarrolladas por la entidad colegial española: NodoFarma, Cismed, y conSIGUE.