Artículo de opinión de José Manuel Martínez Sesmero, director de Investigación e Innovación en la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.
La ciberseguridad es uno de los desafíos a los que se enfrenta el sector salud. Los hospitales dependen cada vez más de sistemas de información tecnificados para una gran variedad de funciones clínicas y administrativas, ya que hablamos de organizaciones altamente complejas en términos de procesos: elaboración de medicamentos de alto riesgo y peligrosos, historia clínica electrónica, diagnóstico por imagen, robotización, bombas inteligentes, etc.
Es por ello que debemos prevenir y combatir los riesgos derivados de estas actividades. El robo de la información clínica, altamente sensible, puede generar diferentes acciones criminales que van desde el uso de la información robada con fines de fraude administrativo, el consumo ilícito de fármacos, hasta incluso la venta de ficheros de datos a otros cibercriminales.
Un ejemplo que ya ha afectado al sector sanitario es el Ramsonware (Wannacry). Este tipo de código es especialmente perjudicial para quienes se ven afectados por él, porque quien infecta pide un rescate para poder volver a acceder a la información afectada y, en algunos casos, no se sería irrecuperable. De repente podríamos encontramos con que nuestro servicio, nuestra página web o nuestro ordenador están absolutamente bloqueados y solo el cibercriminal responsable del ataque puede liberarnos previo pago de una suma de dinero.
Sin embargo, la seguridad en el ámbito sanitario y farmacéutico hospitalario no sólo depende de la tecnología, sino también de los profesionales, de sus conductas y formas de trabajar, que han de estar integradas en la cultura de seguridad de la institución, y del buen uso que hagan de la misma. Tal y como se expuso la pasada semana en una jornada sobre ciberseguridad, organizada por ICU Medical, entre todos debemos aumentar la concienciación. Seguro que todos y cada uno de nosotros lo tenemos presente en nuestra vida diaria (PC, Smartphone, etc.), pero tendemos a olvidarlo en nuestro lugar de trabajo.
Por eso es importante que los servicios regionales de salud y los hospitales trabajen en planes de ciberseguridad definidos por expertos en nuevas tecnologías (ingenieros, informáticos, etc.), siempre en colaboración con todos los profesionales sanitarios y directivos de los centros.
Respecto al ámbito del medicamento, cabe destacar las nuevas utilidades del Blockchain en aspectos de seguridad y trazabilidad. Basta decir que la FDA ya está pensando en utilizar estas medidas como un primer paso en el desarrollo de una plataforma digital de la cadena de suministro, orientada específicamente al seguimiento de los medicamentos y a la prevención de la falsificación, que entrará en funcionamiento a partir de 2023.
José Manuel Martínez Sesmero es director de Investigación e Innovación en la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria.