El presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, intervino la semana pasada en el Forbes Summit 2019 para destacar "la gran oportunidad" que tiene España "de atraer más inversiones internacionales en el terreno de la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, donde nuestro país ya es un referente en Europa". Reconoció que "muchos países están compitiendo por atraer esa inversión", aunque, en su opinión, "España está hoy en una situación de privilegio y tenemos que aprovecharla".
Para ello, se necesitaría, dijo, "una buena estrategia a medio plazo", que sirva para convertir al país en "líder mundial en investigación clínica", lo que, añadió, "repercutirá en otros ámbitos de la investigación biomédica".
Sellés recordó que nuestro país se ha convertido en una referencia internacional en ensayos clínicos, dada la participación de los centros españoles en "hasta tres de cada diez ensayos que se hacen en Europa". Además, concluyó, "somos muy buenos en las fases más tempranas de los ensayos, que son las más complejas".
Esto ha hecho que para algunas grandes compañías farmacéuticas España ya sea el segundo país del mundo en inversión en ensayos, sólo por detrás de Estados Unidos, lo que hace pensar a la patronal que estamos ante "una gran oportunidad de atraer más inversión internacional". Los mimbres, como ya se ha insistido en más de una ocasión, son buenos. El presidente de Farmaindustria admitió, en este sentido, que "contamos con un sistema sanitario sólido, con profesionales clínicos e investigadores de alto prestigio y cualificación, con pacientes implicados, con una Administración sanitaria sensible y con la fuerte apuesta de las compañías farmacéuticas".
En lo que respecta a las compañías, recordó que actualmente el sector lidera la inversión en I+D industrial en España, con el 20,3% del total. Además, subrayó el hecho de que el modelo de investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, "dentro y fuera de España, evoluciona y es cada vez más abierto y colaborativo". Tanto es así, prosiguió, que la mitad de esa inversión se hace en colaboración con terceros: hospitales, universidades y otros centros de investigación públicos y privados. Esto convierte a la industria farmacéutica en "el gran dinamizador del tejido investigador biomédico en España", según Sellés.
Para concluir, destacó el impacto positivo que esto tiene para el sistema sanitario, "puesto que la investigación clínica genera un círculo virtuoso que supone inversión para los hospitales, formación y prestigio para los médicos, que están a la vanguardia de la investigación, y, sobre todo, valor añadido para los pacientes, que se benefician de un acceso temprano a los medicamentos y de la mayor calidad de la prestación sanitaria".
En definitiva, resaltó, "se trata de un sector que todo país quisiera tener fuertemente implantado en su territorio. Y en España hay bases para ello si trabajamos conjuntamente industria y Gobierno".