La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) ha anunciado la publicación del documento 'La Farmacia de Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud en la salida de la pandemia: propuestas y reflexiones', elaborado, explican, "a partir de las experiencias vividas y algunas lecciones" que han sacado de esta situación.
Teresa Molina, coordinadora del documento, explica que hay intención de que sirva para "iniciar una reflexión sobre hacia dónde debe evolucionar la Farmacia de Atención Primaria del futuro", poniendo el foco en aspectos como cuáles deben ser "las poblaciones prioritarias a las que dirigir su actividad, áreas de trabajo en las que este colectivo tiene que seguir avanzado y profundizando por su valor, bien como apoyo a profesionales de la medicina y la enfermería o a los servicios de salud en general, bien por su contribución directa a la mejora de los resultados en salud y del bienestar de las personas".
Entre las prioridades, incluyen la "identificación de población vulnerable que puede verse más beneficiada las acciones directas o indirectas de los FAP en colaboración con los equipos de atención primaria". Dentro de ese grupo incluyen a los pacientes en residencias sociosanitarias, sobre las que se proponen actividades a desarrollar en cuanto la normalización de la actividad lo permita.
Entre esas actividades, destacan la implantación, en colaboración con los equipos de AP, de programas para la revisión de la medicación para optimizar tratamientos que incluyan procedimientos normalizados de trabajo y criterios de uso adecuado y seguro de los medicamentos en aquellos grupos terapéuticos más utilizados, incluida la desprescripción. Estos programas, opinan, deberían actualizarse periódicamente y de forma coordinada.
Consideran necesario también "potenciar el perfil y la competencia farmacoepidemiológica del FAP mediante la promoción de la evaluación continua y longitudinal del uso de medicamentos a diferentes niveles de agregación y el análisis de la variabilidad en áreas pequeñas". Para ello, proponen seguir "una metodología científica contrastada como herramienta para la detección de señales de alarma que orienten a la priorización de áreas temáticas o geográficas sobre las que intervenir".
Otro aspecto clave para Sefap es el de la "modernización de la forma de atender a los pacientes, tanto en sus consultas sobre medicación, como en los procesos de dispensación en Atención Primaria, evolucionando hacia sistemas avanzados de telefarmacia".
Adicionalmente, consideran que hay una labor importante en lo relacionado con la recuperación de iniciativas y programas de uso adecuado de medicamentos que han podido quedar en un segundo plano durante la pandemia. Entre ellos, sitúan los programas de optimización de utilización de antimicrobianos.
Finalmente, creen que habrá que "continuar promoviendo la gestión del conocimiento sobre medicamentos mediante la selección, elaboración y difusión de las recomendaciones de calidad metodológica sobre buen uso de medicamentos; la lectura crítica de la literatura científica sobre medicamentos diana en atención primaria, y la promoción de los acuerdos con los equipos de Atención Primaria sobre criterios de uso adecuado de medicamentos, en base a la mejor evidencia disponible, como vía para alcanzar los mejores resultados en salud y mejorar la equidad en los tratamientos".
Desde la Sociedad reconocen que todo ese trabajo va a ser más fácil si se consigue "mantener un diálogo constructivo con las administraciones sanitarias responsables de nuestros servicios de salud y la planificación conjunta de programas específicos con objetivos comunes, basados en la mejor evidencia disponible sobre su efectividad".
Ven conveniente, además, abrir nuevas líneas de desarrollo profesional para los farmacéuticos de Atención Primaria y ponen como ejemplo la experiencia en Galicia, durante la pandemia, donde los FAP habrían participado en la renovación de tratamientos crónicos. Asimismo, destacan la necesidad de disponer "cuanto antes" de la nueva especialidad que permita la formación específica y acreditada de los profesionales de la farmacia que van a desempeñar su labor en Atención Primaria.