La asociación que representa a la industria farmacéutica de medicamentos innovadores en la Unión Europea, la Efpia, emitió un comunicado la semana pasada para transmitir un mensaje de confianza en las vacunas para la Covid-19, las cuales, recuerdan, se están desarrollando en plazos más cortos de los habituales. Eso es así gracias a que "procesos que habitualmente transcurren de forma secuencial ahora se están llevando a cabo en paralelo", explican.
No obstante, aseguran que ese acortamiento de los plazos no será "a costa de una peor seguridad o calidad". "Las vacunas serán aprobadas para su uso solo cuando su seguridad y eficacia sean demostradas a las autoridades regulatorias europeas", aseguran, y recuerdan que, además, la monitorización de la seguridad continuará una vez que éstas comiencen a utilizarse con regularidad.
Reconocen, sin embargo, que las vacunas para la Covid-19, "como todos los medicamentos y vacunas", no van a estar exentas de producir efectos adversos a algunas personas que las reciban. En estos casos, la industria ha mostrado su disposición a negociar con los gobiernos nacionales "un sistema de compensación para todos los individuos afectados, así como para los sistemas sanitarios y los que están trabajando para poner fin a la pandemia".
En este sentido, consideran que dicho sistema deberá servir para asignar "la compensación adecuada al paciente adecuado cuando sea preciso, evitando demoras interminables a través de procesos de litigio que nunca se sabe dónde pueden terminar".
Para determinar ese sistema, confirman los contactos entre Vaccines Europe, su división de vacunas, con autoridades nacionales y algunos actores relevantes, para diseñar "un sistema que pueda funcionar, basado en ejemplos de éxito que ya existan en países de Europa".