Terapéutica

La profesión enfermera llama a la prevención ante la posible transmisión del SARS-CoV-2 por aerosoles

La Organización Colegial de Enfermería ha lanzado una infografía y unos materiales explicando cómo se mueve el SARS-Cov-2 en el aire y qué recomendaciones se deben tener en consideración, aunque recuerdan que ni la OMS ni el Ministerio aceptan aún como definitiva la hipótesis de la transmisión por aerosoles.
Imagen la Organización Colegial de Enfermería.

La Organización Colegial de Enfermería ha lanzado una infografía y unos materiales explicando cómo se mueve el coronavirus en el aire y qué recomendaciones se deben tener en consideración, a raíz de un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine abría la puerta a la transmisión por aire, una hipótesis que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad todavía no han terminado de aceptar del todo al considerar que falta más evidencia contrastada.

"Los organismos oficiales correspondientes todavía no asumen la vía área como vía de contagio del covid-19, pero desde la Organización Colegial de Enfermería queremos informar a la población de qué son los famosos aerosoles, porque consideramos que cualquier medida de prevención es importante para frenar la expansión de esta pandemia", añade Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Recuerdan que estas partículas suelen clasificarse en función de su tamaño: los aerosoles tienen un tamaño menor de cinco micras y pesan menos, por lo que pueden permanecer suspendidos más tiempo en el aire y transmitirse hasta los seis metros; y las gotículas que son de mayor tamaño, considerándose gotículas pequeñas si su tamaño es entre cinco a diez micras y gotículas grandes las que llegan hasta 100 micras. Al pesar más, caen antes por su peso, aunque pueden alcanzar hasta el 1,5 o 2 metros de distancia.

Los representantes de la profesión enfermera recuerdan que los aerosoles no se comportan igual en espacios interiores que exteriores. En los espacios cerrados sin ventilación, estas partículas permanecen suspendidos en el aire y, por tanto, hay más probabilidades de que sean inhalados por los que estén en la sala. En cambio, cuando se ventila un espacio interior, la circulación de aire haría, explican, que se dispersen los aerosoles, disminuyendo su concentración y por lo tanto disminuye las posibilidades de inhalarlos. "Ese riesgo es aún menor en espacios exteriores donde se respeta la distancia social y existe ventilación, ya que los aerosoles se dispersan y las posibilidades de inhalarlos son más reducidas", comenta Pérez Raya.

Aluden a las recomendaciones de la OMS, consistentes en ventilar con aire exterior frecuentemente abriendo puertas y ventanas, utilizar mascarillas bien ajustadas a la cara y llevarlas el máximo tiempo posible, fomentar actividades al aire libre, reducir los grupos de personas y el tiempo en espacio interiores, hablar en tono bajo y guardar la distancia de seguridad. "Queremos recordar a todos que seguir las recomendaciones sanitarias pueden prevenir los rebrotes", puntualiza Pérez Raya.

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