La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) ha creado un curso online bajo la coordinación de la Escuela Madrileña de Salud con el objetivo de que los participantes en el mismo aprendan a manejar adecuadamente la medicación, con el fin de obtener de los medicamentos los mayores beneficios para la salud y minimizar al máximo los riesgos asociados a su uso.
Más de medio centenar de personas ya se han inscrito al mismo, que consta de 11 unidades temáticas en las que se abordan aspectos como los conceptos básicos para saber utilizar bien los medicamentos, la automedicación, los efectos adversos y los errores asociados a los medicamentos, la importancia de la adherencia a los tratamientos o cómo preparar un botiquín casero. Cada una de las unidades temáticas se inicia con un vídeo resumen de entre 3 y 5 minutos de duración, al que sigue el contenido teórico y una prueba práctica. Al final de los 11 módulos, el curso se cierra con una prueba final para comprobar cómo ha mejorado el conocimiento de los alumnos tras el curso y que sirve también como resumen de las ideas más importantes del mismo.
“Para nosotras, el objetivo número uno es empoderar a la población en el manejo correcto de sus medicamentos. Es decir, que los pacientes tengan capacidad de participar en las decisiones sobre su tratamiento y de resolver problemas relacionados con su medicación, así como que tengan control en el manejo de sus medicamentos. Sabemos que, con ello, ayudamos a obtener el máximo beneficio del tratamiento farmacológico y a disminuir el riesgo que tiene tomar cualquier medicamento. Como profesionales sanitarias, pero también como ciudadanas, detectamos en nuestro día a día el desconocimiento que existe sobre el manejo de los medicamentos por la población”, afirma Cristina Casado, coordinadora del grupo de trabajo de Pacientes y Ciudadanía de la SEFAP y una de las siete docentes del curso.
La portavoz de SEFAP señala que los farmacéuticos de atención primaria son conscientes de que parte del problema es responsabilidad de los propios profesionales sanitarios. “Debemos informar y formar a los ciudadanos de forma clara, sencilla y evitando un lenguaje técnico, sobre el uso adecuado de los medicamentos, sus riesgos, forma de evitarlos, etc. Por eso creemos que este curso es tan necesario”, explica Casado, que considera que hasta hace unos años los profesionales del ámbito de la salud han tenido una idea “muy paternalista” del manejo de las patologías y de la medicación: “Les hemos dicho a los pacientes que tiene que hacer tal cosa de tal forma, pero no nos hemos paramos a explicarles el porqué, la importancia que tiene manejar bien la medicación para hacer un uso seguro de la misma, e incluso, hacerles participe de las decisiones sobre su terapia… Aspectos, todos ellos, claves para hacerles responsables y adherentes a su tratamiento”.
Para Cristina Casado, cursos como el desarrollado en colaboración con la Escuela Madrileña de Salud son una oportunidad para visibilizar el trabajo de los farmacéuticos de atención primaria y, también, para reivindicar la que considera una función esencial de los FAP. “Desde SEFAP creemos que este tipo de acciones deberían ser parte del trabajo habitual de los farmacéuticos de atención primaria en todas las Comunidades Autónomas. El FAP debería ser un profesional más dentro de los centros de salud a la hora de informar y formar a la población en el uso seguro de los medicamentos”, explica la portavoz de SEFAP, que considera que la presencia de los farmacéuticos de primaria en los centros de salud ofrece “unas posibilidades muy grandes” a ese respecto.
Casado recuerda que en la Comunidad de Madrid los farmacéuticos de atención primaria han arrancado recientemente una actividad en ese sentido. En virtud de la misma, desde los centros de salud se deriva directamente a los FAP consultas de pacientes que llaman con dudas sobre su medicación, sin necesidad de pasar antes por el médico o la enfermera. “Nosotras les ayudamos a resolver esas dudas. Además, en estas consultas podemos detectar y solucionar otros problemas, como la falta de adherencia o el uso inadecuado de medicamentos mediante información y formación y, si es preciso, hablando con su médico y/o enfermera para, de forma coordinada, encontrar la mejor solución para el paciente. Si conseguimos que la gente sepa usar bien la medicación y conozca las consecuencias de su uso inadecuado, les vamos a ayudar a ser corresponsables de su tratamiento, y todo ello nos permitirá obtener mejores resultados en salud tanto a nivel personal como poblacional”, concluye.