La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) ha publicado una nota de prensa para reivindicar el papel de estos profesionales para minimizar las resistencias antimicrobianas. En este sentido, afirman que España es uno de los países del mundo con mayor tasa de consumo de antibióticos (25,1 dosis diarias definidas por cada 1.000 habitantes, más del doble de la que presentan otros países europeos como Holanda, según datos de 2017). Rocío Fernández, farmacéutica de Atención Primaria del Distrito Sanitario Aljarafe-Sevilla Norte y miembro de Sefap, apunta que "el consumo de antibióticos se correlaciona con los niveles de resistencias de los microorganismos a los mismos", de ahí que nos encontremos "ante una situación de una elevada tasa de resistencias bacterianas", sostiene.
Sefap reivindica el papel de la profesión como "impulsora y figura clave" en los equipos multidisciplinares de los Programas de Optimización de Uso de los Antibióticos (PROA), cuyo desarrollo es una de las prioridades del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), en el que SEFAP colabora desde sus inicios y en el que mantuvo una última reunión el pasado 11 de febrero. Citan además un metaanálisis publicado en la revista científica Journal of Antimicrobial Chemotherapy, que mostraría cómo involucrar a los farmacéuticos de AP tiene como resultado "una mayor adherencia a las guías de terapéutica antimicrobiana, una menor tasa de prescripción de antimicrobianos y una disminución de la prescripción de antibióticos de amplio espectro".
En lo que respecta a la implantación de los PROA en las comunidades autónomas, todos los programas, según Fernández, "involucran a los farmacéuticos de Atención Primaria". De hecho, ejercerían como coordinadores de la mayoría de los equipos PROA de Atención Primaria en aquellas comunidades donde hay una mayor trayectoria de PROA institucionales, caso de Andalucía (Pirasoa), Aragón (Irasproa) o Madrid (Resiste).
Sus funciones en estos equipos pasan, fundamentalmente, por el análisis de la situación para planificar estrategias locales para la mejora de la prescripción de antimicrobianos, la explotación de los sistemas de información para el análisis del consumo de antimicrobianos, la elaboración o adaptación de guías de terapéutica antimicrobiana, la realización de actividades formativas grupales, individuales u on line con los profesionales de los centros de salud y centros sociosanitarios; el diseño e implementación de herramientas para mejorar el uso de antimicrobianos, el diseño de materiales de información, la evaluación de los PROA y otras actividades dirigidas a la población.
Cambiar comportamientos adquiridos
José Manuel Izquierdo, miembro de la junta directiva de Sefap, asegura que optimización de la prescripción de antibióticos es “un proceso complejo", ya que requiere el cambio de "comportamientos adquiridos durante años". En su opinión, el farmacéutico de AP puede contribuir a esa optimización a través de la formación a otros profesionales, "especificando cuáles son los antibióticos de elección en las principales patologías infecciosas, a qué dosis y durante cuánto tiempo", así como en la difusión de las guías de recomendaciones de uso de antimicrobianos y su adaptación a las características locales.
También ha hecho alusión a los datos del último Barómetro Sanitario de España, que indica que casi el 15% de los pacientes que habían tomado antibióticos lo habían hecho sin que se lo recetara un médico, ya fuera porque lo habían comprado sin receta en la farmacia o porque lo tenían en casa y decidieron tomárselo. Para Izquierdo, realizar educación para la salud sobre estas situaciones debe ser también "una prioridad" para estos profesionales. Su relación directa con los equipos de los centros de salud, Salud Pública y con los farmacéuticos comunitarios, les permite "trabajar en la elaboración de materiales y en la impartición de talleres formativos dirigidos a la población".
Nicolas Gonzalez Casares: