Pocos días después de acceder a la presidencia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), su presidente, Manuel Martínez del Peral, concede a Diariofarma una entrevista para analizar los últimos días previos a las elecciones, así como los acontecimientos posteriores.
Pregunta. Enhorabuena por tu triunfo en las elecciones del COF de Madrid. ¿Qué valoración hace de lo vivido todo lo relativo a las elecciones?
Respuesta. Muchas gracias por la felicitación. De todo se aprende en la vida y hay que sacar siempre las cosas buenas de las experiencias. Ha sido una experiencia vital importante y dura que te permite situar a todos los agentes y hablar con mucha gente y muchos farmacéuticos y tener una idea clara de lo que piensan y lo que esperan de ti para acabar de reorganizar el futuro de la profesión a nivel colegial.
P. ¿Es muy diferente ser vicepresidente de un colegio, ser candidato y luego ser presidente?
R. Desde luego. Solo llevo una semana y ya lo he podido palpar. En solo unos días hemos tenido muchos frentes abiertos, empezando por la Ley de Farmacia, que es uno de los proyectos más importantes del colegio y que ha avanzado mucho en esta semana por la evolución política que ha tenido.
P. La recta final de la campaña electoral fue un poco abrupta. ¿Han vuelto las aguas a su cauce?
R. Por mi parte, desde luego, y no tengo noticias de que en otros lugares haya movimiento diferente. La campaña es un momento delicado en el que cada candidatura defiende sus propuestas, ideas y valores y ha habido momentos delicados e incómodos, pero espero que por el bien de la profesión volvamos a ser compañeros farmacéuticos. Todas las propuestas y la crítica constructiva van a ser siempre bien recibidas.
P. Se puso en el foco a una entidad como Cofares. ¿Cómo es su relación con ellos?
R. Yo no soy nada rencoroso. A nivel institucional, la relación con Cofares existe y debe seguir existiendo. Yo no fui candidato de ninguna distribuidora ni ninguna otra organización. A partir de ahora trabajaremos como manda la normativa del colegio, a través de unos sistemas de compliance que existen una cierta forma de trabajar para que haya transparencia, que es uno de los valores de esta candidatura. Yo no tengo ningún problema en trabajar con Cofares como espero que ellos no lo vayan a tener con el colegio.
P. Dice que no es rencoroso y que no tiene problemas en trabajar con otras entidades, pero ¿ha notado que sí puede haber problemas en esas otras entidades?
R. Es verdad que no hemos empezado de la mejor forma posible y ha habido ciertos gestos que no acabo de entender muy bien. Espero que pronto volverán las aguas a su cauce, aunque han pasado pocos días todavía. Mi intención es recomponer los cauces y que cada uno esté trabajando en su sitio. Desde el colegio estamos enviando representación a los actos a los que se nos está invitando, pero es cierto que no se puede decir lo mismo de otros comportamientos que espero que se vayan encauzando.
P. ¿Y cómo está la relación con FEFE?
R. Creo que hay que saber separar. Este es uno de los ejemplos por los que en campaña argumentaba los conflictos de interés. No tengo ningún problema con FEFE como patronal que representa los intereses de las farmacias y yo soy uno de esos empresarios farmacéuticos de Madrid. Con Luis de Palacios es una persona con la que he mantenido el contacto pese a lo que ha sucedido, incluso después de las elecciones ya que acudió a la toma de posesión de la Junta del Colegio. Es una persona con la que se puede hablar y espero que en breve podamos tener una reunión que es en lo que hemos quedado.
P. En las elecciones pasadas votaron en torno a la quinta parte de los colegiados. ¿Cree que hay desapego con la institución colegial? ¿Tiene en mente plantear cambios para posibilitar una mayor participación?
R. Es cierto que, en algunos momentos sientes cierto alejamiento de una parte de los profesionales, que no valoran el trabajo que se hace y la defensa de las profesión que se hace desde los colegios. Habremos tenido algo de culpa por no hacerles llegar el interés por lo que está ocurriendo. Durante estos cuatro años queremos hacer que el conocimiento de las cosas que hacemos llegue a los colegiados. También hay una parte que cree que el colegio es solo de una parte de los colegiados y eso es algo que debemos cambiar. Obviamente, una de las cuestiones que vamos a afrontar es una modificación del reglamento electoral, que será una de las primeras comisiones que crearemos en breve. Queremos evitar el deterioro para la institución, como ha sucedido ahora, asegurando que cada voto sea el de la persona que lo ejerce. Es una de las cosas con las que hay que tener mucho cuidado ya que ni siquiera en elecciones generales se utilizan modelos más abiertos. Tenemos que analizar el modelo que asegure que cada voto es de un farmacéutico. Predomina esto que agilizar el voto para evitar posibles injerencias.
P. ¿Cómo conseguir que esos colectivos farmacéuticos con más desapego recuperen la confianza en el colegio y que vean que el colegio también es algo suyo?
R. Creo que las primeras medidas y reuniones que estamos teniendo en esta nueva junta ponen de manifiesto que hemos cambiado esa política hacia otros colectivos farmacéuticos. La primera reunión y las dos primeras medidas que hemos tomado fueron en esa línea. La primera fue adherirnos a un manifiesto del colegio de médicos para sobre temporalidad de los farmacéuticos que trabajan en el Sistema Nacional de Salud. Por otro lado, una de las modificaciones últimas que ha habido en el proyecto de Ley de Farmacia obliga a enmendar en materia de farmacia hospitalaria. La primera reunión que hemos tenido esta junta ha sido con la SEFH, el presidente de la delegación de Madrid y la vocal Nacional de Farmacia Hospitalaria.
P. ¿El COF va a acompañar a la SEFH en sus demandas sobre la Ley de Farmacia?
R. Lo que sí trasladamos es la importancia de que haya una voz única a negociar estos puntos de la ley. Les ofrecimos ser los interlocutores, ya que el colegio es el interlocutor con la administración, y que los documentos sean consensuados con ellos. Lo importante es ir unidos y no de forma separada ya que los objetivos son los mismos y el colegio defiende a los farmacéuticos de hospital, igual que al resto. Es imposible negar que la farmacia comunitaria tiene un gran peso ya que es el más amplio, más del 70% de los colegiados. Pero tenemos que hacer que otros colectivos se vean representados, incluso en las modalidades en las que no es obligatoria la colegiación.
P. Ya que ha introducido la Ley de Farmacia… ¿Cómo valora el proyecto aprobado por el Consejo de Gobierno de la comunidad de Madrid?
R. Es un texto que viene a modernizar la farmacia madrileña. Siempre que hay una actualización legal hay puntos que son susceptibles de mejora. Creemos que es una buena ley y vamos a trabajar para acabar de mejorarla en el proceso parlamentario. Estamos trabajando con otros compañeros para hacerlo. Si se introducen estas enmiendas, que es factible ya que hemos hecho ver a la Consejería que hay ciertos puntos mejorables, que permitan asegurar el modelo y evitar interferencias y actuaciones de una parte de actores que buscan un objetivo más económico que sanitario, cuando hay que mantener el equilibrio.
P. ¿Han entrado en contacto ya con los grupos políticos de la Asamblea de Madrid?
R. Hemos iniciado los contactos para trasladarles nuestra visión y las alegaciones que tenemos para mejorar la ley y explicar dónde tenemos ciertas preocupaciones, como es el caso de farmacia hospitalaria, que es el tema que más cambió desde el anteproyecto al proyecto. Los técnicos del colegio y la junta hemos analizado a fondo el nuevo texto y, tras consensuar con otros colectivos, ahora iniciaremos el contacto con los grupos con una sola voz, que es lo que nos da fuerza.
P. Uno de los aspectos relevantes será hacer ver a los grupos la importancia de la aprobación de ley en sí, y que no vuelva a quedarse a las puertas, ¿no?
R. Llevamos cuatro años hablando de la ley y eso hace que toda la sociedad sea permeable al asunto y se crea una expectativa. Yo creo que ahora los grupos tienen sensibilidad para saber que es importante, que va a regular un servicio muy bien valorado por la población y que ha dado un buen resultado en la pandemia.
P. ¿Es optimista?
R. Sí, la verdad. Siempre lo soy.
P. Con la tramitación también se ha hablado mucho de que los farmacéuticos de base estaban en contra y que más de 1.000 habían presentado alegaciones. Según la memoria de la ley solo han sido 173, incluyendo a particulares y farmacéuticos…
R. A nivel electoral, había dos candidaturas que apoyaban la ley y dos que estaban en contra. Las que estábamos a favor hemos tenido un 70% de votos, aunque en redes sociales los contrarios eran muy activos.
P. Los cambios introducidos en la regulación de la Atención Farmacéutica Domiciliaria en el proyecto respecto del anteproyecto de ley, ¿blindan el modelo frente al delivery, como decía la directora de Ordenación?
R. Yo creo que sí. Es cierto que estamos buscando pequeñas matizaciones, pero el texto ha mejorado y lo reconoce prácticamente todo el mundo a quien preguntas, de forma que el delivery queda en un segundo plano al establecerse claramente a quien va dirigida la AFD y quien debe hacerla.
P. ¿Echa en falta algún aspecto, como los servicios profesionales o la remuneración de estos, en la Ley, teniendo en cuenta que debe servir para los próximos 15-20 años?
R. Es difícil poner el foco a 20 años vista, como cuando se elaboró la presente ley se hubiera pensado en el delivery. Los servicios creemos que tienen que tener el respaldo definitivo y poder concertarlos con la Consejería y debemos avanzar en una farmacia más fuerte y potente. Tenemos que crecer a través de los servicios y en modelos de colaboración con farmacia hospitalaria, que creo que es vital. También debemos avanzar en la comunicación médico-farmacéutico que, además, redundará en la sostenibilidad del sistema y para que el paciente vea que el cuidado de su salud es integral y no con parches.
P. ¿Pero no cree que debería estar todo esto incluido en la nueva ley, al menos mencionado para permitir su posterior desarrollo?
R. Creo que eso es un tema más de concierto y de definir estos servicios. Se mencionan servicios como el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD), pero también el establecimiento de nuevas secciones en las farmacias, como la nutrición, que se pueda sumar a la óptica, ortopedia, etc. que puede hacer que la farmacia crezca no solo en el ámbito del medicamento sino también en aspectos de prevención.
P. Respecto de la regulación de las secciones, desde muchos ámbitos se defiende que solo se puedan tener las que el titular posea una especialización. ¿Cómo valora que se pueda contratar a personal, incluso no farmacéutico, para desarrollar esas secciones?
R. Es cierto que desde algunos ámbitos se nos han transmitido algunos miedos, pero no los acabamos de percibir. Creo que es más importante hacer crecer la farmacia en servicios y no se debe confundir con otras derivadas. Puede ser una oportunidad para muchos profesionales. El farmacéutico no puede ser el único que tenga las especializaciones ya que eso es un peso muy grande para hacer crecer la farmacia.
P. ¿No cree que iría en detrimento de las farmacias más pequeñas, que no podrían encontrar el hueco de especialización para competir con una más grande que tengan cerca?
R. Habrá que buscar el equilibrio, pero lo que no se puede es tratar de igualar por abajo. Hay farmacias pequeñas que están muy asfixiadas por la situación económica del medicamento y, si no les damos oportunidades de crecer, a lo mejor se les está asfixiando más si no pueden crecer en servicios.
P. ¿Cuáles son los ejes de tu actuación para mejorar esa situación económica de la farmacia?
R. Vamos a trabajar en varios frentes. Por un lado, la remuneración de servicios, que ya es momento de hacerlo. También tenemos que trabajar por ciertos sistemas de remuneración relacionados con la dispensación de medicamentos de diagnóstico hospitalario, conciliándolo con la sostenibilidad del sistema.
P. Por ejemplo, la remuneración de las guardias se ha rechazado por la Comunidad de Madrid por ser un aspecto regulado en la normativa nacional…
R. Lo que sí que hay que hacer es racionalizar las guardias, llegando a un sistema que cubra las necesidades de la población, pero hay que ser conscientes de que cuando se establecieron las normas los hospitales no daban medicación, pero ahora se entrega medicación para llegar hasta el día siguiente. Esto hay que tenerlo en cuenta para que el sistema sea sostenible. Hay que analizar la situación en función de la accesibilidad en tiempo-distancia.
P. Uno de sus compromisos fue restablecer las relaciones entre el COFM y el CGCOF. ¿Ha dado pasos ya en este sentido?
R. Sí, ayer [por el jueves pasado], tuvimos el primer contacto para establecer una agenda de trabajo y su planificación. Nos reunimos una parte de la permanente del colegio con el presidente, Jesús Aguilar, la secretaria, Raquel García, y la tesorera, Ana López-Casero. Fue muy productiva en la que pusimos encima de la mesa los puntos sobre los que avanzar y nos hemos emplazado para una reunión de las dos permanentes para establecer los proyectos en los que hay que trabajar. Ahí, Madrid tiene que ser un referente a nivel nacional y luchar para que la farmacia madrileña y española tenga el sitio que debe tener. He cumplido en menos de una semana con este compromiso, aunque ya antes, en Jaén, durante las Jornadas Farmacéuticas Andaluzas tuve ocasión de conversar con el presidente del Consejo, a partir de la cual surgió la conversación de ayer. El clima de colaboración por ambas partes es bueno. Pondremos nuestra visión e ideas encima de la mesa, y ellos las suyas. Seguro que no estaremos de acuerdo en todo, pero vamos a intentar que la relación sea frutífera y buena para todas las partes.
P. Y se revertirá la situación actual en la que el COFM es el único que no participa en proyectos como Cismed…
R. No te puedo decir ahora si Cismed u otros, pero como concepto general, la intención del colegio es no duplicar iniciativas. Es algo absurdo ver cómo en diversas comunidades se diseñan proyectos que ya están en otros lugares. Se pueden desarrollar herramientas y que a través del consejo se puedan extrapolar. Vamos a ser razonables y ver si las herramientas son adecuadas para el COF de Madrid. Por ejemplo, tenemos en mente proponer al Consejo un proyecto que podamos coordinar con ellos para luego trasladarlo a otros lugares ya que Madrid debe ser solidario a nivel farmacéutico con estos proyectos. Esa colaboración puede permitir, a través del Consejo, intercambiar proyectos.