La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) está trabajando en la definición de sus retos y objetivos para construir la farmacia hospitalaria de 2030. Para llevar a cabo esta iniciativa, que verá la luz a primeros de 2023, la sociedad ha constituido un grupo de trabajo en el que ya se han definido los retos y ahora se está trabajando para desarrollar cada uno de ellos de acuerdo con una metodología común.
La iniciativa fue presentada por Edurne Fernández de Gamarra, farmacéutica del Hospital Sant Creu i Sant Pau de Barcelona y presidenta del Comité del 67º Congreso SEFH, miembro del grupo de trabajo de los retos de 2030.
Cada uno de los miembros de este grupo, constituido por siete miembros, planteó de forma individual hasta 20 retos que tras ponerse en común, agruparse y seleccionarse, quedaron en 18, si bien están abiertos a la identificación de otros dos para alcanzar los 20 señalados inicialmente.
Los 18 retos actuales se priorizaron para facilitar su abordaje y se han dividido en dos grupos para los que se está trabajando en diferentes grupos de trabajo más amplios. Cada uno de los retos se trabaja individualmente para profundizar en diferentes aspectos de acuerdo con la siguiente estructura: definición, objetivos según profesión, pacientes y entorno; estándares; herramientas y palancas de cambio y evidencia científica.
Los primeros 10 retos en los que ya se está trabajando consisten en la participación activa en el proceso asistencial; la cultura de formación y capacitación como pilares del desarrollo profesional; garantizar la continuidad de la atención farmacéutica a lo largo del proceso asistencial; la evaluación posicionamiento y protocolización terapéutica como base de la atención farmacéutica; la cultura de investigación como motor de cambio; favorecer el empoderamiento y capacitación del técnico de farmacia; el bienestar y el desarrollo de los profesionales del servicio de farmacia; incorporar herramientas para la optimización y la individualización de la farmacoterapia; avanzar en la transformación digital; liderar programas y actividades de seguridad clínica.
Por su parte, los ocho restantes serían el compromiso con los principios de la humanización de la asistencia sanitaria; visibilidad y alianzas estratégicas para conectarnos con el entorno; estar preparados para problemas de salud emergentes; potenciar actividades de elaboración y preparación de medicamentos; alinear todo lo que hacemos con los ODS; fomentar la responsabilidad social corporativa y la Cooperación Internacional; tener un liderazgo en el desarrollo implementación y seguimiento de terapias personalizadas y la innovación abierta.