Terapéutica

Expertos advierten de la necesidad del control de salud animal para preservar la humana

Tres de cada cinco enfermedades nuevas que por término medio aparecen cada año tienen procedencia animal, aseguran en las XIX Jornadas Internacionales de Actualización en Vacunas del Instituto Balmis

Expertos procedentes de distintos sectores relacionados con la salud, como la investigación, la vacunación y la veterinaria, insisten en la importancia de abordar la sanidad desde la perspectiva One Health (Una Salud) que aúna la salud humana, animal, vegetal y medioambiental para mejorar la prevención de enfermedades, velar por la seguridad alimentaria, controlar las enfermedades zoonóticas y reducir la resistencia a los antibióticos.

El avisto de estos expertos coincide con en el mensaje de la Organización Mundial de Sanidad Animal, los riesgos sanitarios “aumentan con la globalización del comercio, el calentamiento global y los cambios en el comportamiento humano que brindan múltiples oportunidades para que los agentes patógenos colonicen nuevos territorios y evolucionen hacia nuevas formas”.

Según este organismo internacional, el 26% de los fallecimientos tienen que ver con la falta de salud medioambiental y el 60% de las enfermedades humanas tienen su origen en los animales. Así lo recalca Santiago Vega, catedrático de Sanidad Animal y profesor de la Facultad de Veterinaria de la CEU Cardenal Herrera (Valencia), quien insiste en la importancia de que los veterinarios se incluyan en estos congresos científicos, ya que las vacunas animales intervienen también en la salud de las personas. “Cada año aparecen cinco enfermedades nuevas y tres de ellas tienen que ver con los animales, de ahí la importancia de los veterinarios en la salud”, según ha subrayado en las XIX Jornadas Internacionales de Actualización en Vacunas, organizadas por el Instituto Balmis de Vacunas.

En este sentido, Vega explica que la sanidad animal también contribuye a cuidar del medioambiente y detalla que las vacunas y otros medicamentos veterinarios previenen la propagación de enfermedades animales y apoyan la agricultura sostenible, protegiendo la biodiversidad y reduciendo y/o retrasando la aparición de nuevas zoonosis. También ayudan a conseguir animales sanos que requieren menos recursos (alimento, agua, energía y uso de la tierra), lo que implica una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40%, contribuyendo a la lucha frente al cambio climático. “La mejora de la salud animal ha contribuido a reducir el uso de la tierra un 20%”, subraya.

Por otro lado, las recientes emergencias sanitarias relacionadas con los virus de la viruela del mono y la polio evidencian, también, la importancia del enfoque One Health en la prevención de enfermedades transmisibles. “Sin una buena salud animal y medioambiental no conseguiremos enfrentarnos a estas emergencias sanitarias”, según Magda Campins, jefa de Medicina Preventiva del Hospital Vall d ́Hebron (Barcelona). Otro ejemplo de ello es el virus Crimea-Congo, causante de una enfermedad hemorrágica parecida al ébola y transmitido por un tipo de garrapata que se multiplica en los animales y de ahí se contagia a las personas, produciendo en el 40% de los casos “desenlaces fatales”.

Los virus animales se pueden transmitir a los humanos y para su detección y control es necesaria una perspectiva integral One Health, tal y como asegura Antonio Muro, director del grupo de enfermedades infecciosas y tropicales (E-INTRO) del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y presidente de la Sociedad Española de Parasitología

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