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La consulta telemática al servicio del paciente oncológico

La Unidad de Farmacia Oncológica del Hospital de Santiago desarrolla dentro de Sergas Móvil un sistema para mejorar la adherencia y el seguimiento de los pacientes con cáncer no metastásico

Reducir el tiempo que pasa entre consultas y aprovechar la experiencia del paciente, son dos de los elementos redundan claramente en la mejora del seguimiento de la calidad de vida del paciente y en la mejora de la adherencia a sus respectivos tratamientos. En la Unidad de Farmacia Oncológica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, han apostado por la creación de una app móvil que permite un mejor seguimiento de aquellos pacientes afectados por un cáncer no metastásico y con tratamientos a largo tiempo

Manuel Touris, farmacéutico de la Unidad de Farmacia Oncológica del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) explica el desarrollo de esta aplicación, que nace dentro del propio sistema del Sistema de Teleasistencia Domiciliaria (Telea), del Sistema de Salud de Galicia, Sergas Móbil, y que plantea la interactuación directa del paciente con el profesional farmacéutico.

“Lo que hemos hecho ha sido aprovechar esta aplicación (Telea), que está accesible para que cualquier persona la descargue en su teléfono, e introducir nuestra herramienta centrada en la farmacia hospitalaria dentro del área de Óncología”, explica Touris. Nuestro trabajo consistió en desarrollar un protocolo en el paciente a través de su teléfono móvil desde su casa completara una serie de cuestionarios y biomedidas que nos permitieran hacer un seguimiento y detectar posibles alertas”.

En el CHUS la farmacia oncológica realiza la dispensación el mismo día que el paciente oncológico tiene consulta con el médico. El objetivo es evitar desplazamientos al usuario al hospital.

Esta app está dirigida a supervisar tratamientos “que van a durar mucho, que pueden aportar toxicidad” y permite que “el paciente tome su medicación en casa y que tenga ese feed-back con nosotros”. Se trata de pacientes no metastásicos, que no tienen sensación de enfermedad, que a veces no entiende incluso por qué tiene que venir tanto a la farmacia, indica el farmacéutico.

Generalmente la dispensación y la consulta médica se hacen en un periodo de cuatro meses aproximadamente. La implantación de esta consulta telemática, permite alternar cada dos meses el momento en el que el farmacéutico recibe información sobre la situación del paciente. La idea es espaciar el tiempo entre dispensaciones. Según explica Touris, "a día de hoy dispensamos  tratamientos prácticamente mes a mes, tras cada consulta médica".

 El sistema, a través de encuestas mide biomedidas y calidad de vida. Entre las primeras fundamentalmente la tensión arterial, el peso y la temperatura, medidas esenciales para detectar una alerta en cualquier variación brusca y en el caso de la calidad de vida se hacen cuestionarios como el TCAE, en el que el paciente mide en una escala de cinco, cómo se encuentra, cuestionarios de adherencia y una evaluación del dolor.

“Si en algún momento el paciente marca algún valor que se descontrola, a nosotros nos salta una alerta, a la que es preciso dar una respuesta en un periodo de tiempo corto, en función de la gravedad de esa misma alerta”, asegura Touris,

“Con la carga de trabajo que tenemos, vemos una media de entre 40 y 50 pacientes al día, a veces no da tiempo a hacer una entrevista clínica en condiciones; con esta la aplicación se facilita saber cómo se está tomando el paciente la medicación, la calidad de vida, el día a día… y sobre todo medir la adherencia”.

La aplicación, que tiene una referencia en un programa piloto cuyos resultados fueron publicados en Farmacia Hospitalaria, está abierta fundamentalmente abierta a pacientes con a enfermedad no avanzada y sobre todo, pensada en los nuevos tratamientos que cada vez se empiezan a usar antes. “Tenemos ya la experiencia en cáncer de próstata”, asegura Touris, aunque “se puede aplicar en otras patologías”. Son cuestionarios genéricos “pensando en todas las patologías oncológicas, pero hay que aplicarlos en tratamientos en los que la enfermedad no esté tan avanzada”.

La valoración del proyecto lanzado por un servicio en el que trabajan cinco farmacéuticos y un residente, más dos becarias ha sido por los servicios clínicos, según explica este farmacéutico, “con una aceptación muy buena”. Es lógico que todos los profesionales reciben bien esta información del paciente entre consultas. “De hecho nos solicitan que incluyamos más pacientes en el programa”, indica el farmacéutico.

Pero donde se ha recibido especialmente bien, indica Manuel Touris es entre los pacientes. “Las encuestas de calidad han sido respondidas con una satisfacción casi absoluta”, afirma Touris, quien indica que incluso uno de los problemas más habituales en esta cuestión como es la ‘brecha digital’, ha podido ser superada con la ayuda de familiares. “Los pacientes está claro que sienten de esta manera un seguimiento más exhaustivo”, asegura.

Ahora el reto es seguir avanzando. Con una media de 40 a 50 pacientes diarios en atención dentro de la Unidad, el objetivo es conseguir tiempo. “Adaptarnos dentro de nuestro equipo e implementar la información con las consultas presenciales” son los objetivos que persigue la Unidad. “De lo que no nos cabe duda es de que el paciente se siente cómodo y seguido. Nuestra sensación es que la implementación del programa es que va a ser positiva”, concluye Touris.

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