Terapéutica

El farmacéutico, clave en farmacovigilancia, evaluación y dispensación de biosimilares

En la UE se encuentran autorizados 83 medicamentos biosimilares, el 64% de los cuales (53) está comercializados en España y 20 son dispensables en farmacia comunitaria

Del 13 al 17 de noviembre se celebra la Semana Global de los Biosimilares con el fin de poner de manifiesto el valor terapéutico y la eficiencia que estos medicamentos aportan a los pacientes y los sistemas sanitarios. Unos fármacos en los que el farmacéutico ejerce un “liderazgo profesional a lo largo de toda la vida del medicamento, desde la etapa de evaluación, en su dispensación y en labores de farmacovigilancia”, según explican desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF).

La incorporación de medicamentos biosimilares “ha supuesto múltiples ventajas, tanto desde un punto de vista clínico, al incrementar la disponibilidad de alternativas terapéuticas, como desde el punto de vista de la eficiencia del sistema sanitario”. En este sentido, se ha estimado un ahorro para el Sistema Nacional de Salud en España de 2300 millones de euros entre 2009 y 2019, de los cuales alrededor del 60% corresponde a la introducción de biosimilares de las eritropoyetinas recombinantes.

La disponibilidad de biosimilares se ha incrementado de manera importante en los últimos años tanto en la UE como en España, y se espera que el arsenal de este tipo de medicamentos continúe aumentando en los próximos años. Actualmente, en la UE se encuentran autorizados 83 medicamentos biosimilares diferentes, que contienen 23 principios activos. De estos 83 medicamentos, 53 (64%) se encuentran comercializados en España. Considerando únicamente los biosimilares comercializados en nuestro país, 20 (38%) son dispensables en farmacia comunitaria.

El Consejo General de Colegios Farmacéuticos se une a la celebración de esta Semana Global de los Biosimilares y reivindica el papel que llevan a cabo los farmacéuticos en el acceso a estos medicamentos. Así, los farmacéuticos hospitalarios tienen un papel decisivo al liderar los equipos multidisciplinares dedicados a la evaluación de los biosimilares previamente a su utilización, a través de las correspondientes Comisiones de Farmacia y Terapéutica hospitalarias.

Además, buena parte de los biosimilares pueden ser autoadministrados por el propio paciente mediante inyección subcutánea, como ocurre con las insulinas o con las heparinas de bajo peso molecular. Por ello, la farmacovigilancia desde la farmacia comunitaria es un complemento al seguimiento clínico directo por parte del médico prescriptor que permite optimizar los resultados de la farmacoterapia.

Los medicamentos biosimilares son medicamentos biológicos que contienen una versión del principio activo de un medicamento previamente autorizado, denominado medicamento biológico de referencia. Los medicamentos biológicos se pueden clasificar en cuatro grupos: a) inmunológicos; b) derivados de la sangre o el plasma humanos; c) biotecnológicos; y d) terapias avanzadas, encuadrándose la mayor parte de ellos dentro de los biotecnológicos. Por este motivo, en la Unión Europea (UE) los biosimilares suelen someterse al procedimiento centralizado de autorización.

La evaluación de la intercambiabilidad y la comparabilidad entre el biológico de referencia y un biosimilar es un aspecto clave en la autorización de estos medicamentos, pues permitirá determinar si el nuevo medicamento puede ser considerado una versión similar de otro ya autorizado en la UE en cuanto a sus aspectos de calidad, eficacia, seguridad e inmunogenicidad.

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