“Que la sociedad vasca tenga orgullo cada vez que cruza un centro de salud”, con esta frase, el nuevo lehendakari vasco, Imanol Pradales ha dejado patente que la sanidad será una de las líneas estratégicas de la gestión política del nuevo Gobierno vasco surgido tras las elecciones del pasado mes de abril.
En un discurso plagado de referencia al autogobierno, Pradales ha abierto esta sesión de investidura marcando claramente la supremacía del PNV en el futuro Ejecutivo autonómico, en el que, si no hay cambios de última hora, los nacionalistas contarán con tres de las consideradas carteras fundamentales: Educación, Seguridad y Sanidad. En total, se espera que el próximo Gobierno cuente con once carteras, si bien el reparto de consejeros no ha sido desvelado. Los socialistas de Eneko Andueza, socios de Gobierno de los nacionalistas, ocuparán cinco carteras.
Precisamente la sanidad, al igual que ya ocurrió durante la pasada campaña electoral, ha sido objeto de atención durante gran parte del discurso del nuevo lehendakari. Con referencias al “bien más preciado” y a “recuperar el orgullo” por la sanidad vasca, Imano Pradales ha planteado la creación de un plan de inversiones hasta 2030 en materia sanitaria dotado con 1.000 millones de euros. Este plan, en el que colaborarán otras instituciones, estará dirigido a la “modernización y ampliación de infraestructuras”, tanto en el ámbito hospitalario como en el de atención primaria.
Esta medida, que coincide con lo expresado en el programa electoral nacionalista, y se acerca también a las intenciones que mantenían los socialistas en campaña, se convierte en una de las líneas estratégicas de un Ejecutivo que aspira, en palabras del lehendakari a alcanzar más cuotas de autogobierno.
En su intervención Pradales también ha tenido palabras para desgranar otros de los compromisos de su programa electoral, como la ampliación de plazas de profesionales y la creación de nuevas fórmulas de contratación, que aporten estabilidad al sistema sanitario.
Las listas de espera también serán objetivo del nuevo Ejecutivo vasco, para lo cual se ha propuesto un plan de choque preciso, así como el desarrollo de la Estrategia de Salud Mental, la ampliación de los cribados y la creación de la Estrategia de Salud Cardiovascular, entre otros.
