Terapéutica

“Tratar a todos los pacientes con EMD de la misma manera, no tiene sentido”

La medicina de precisión a través de IA permite individualizar el tratamiento de edema macular diabético mediante el análisis de biomarcadores detectables por OCT, una sencilla prueba que permite personalizar el tratamiento.

Casi un millón de personas padece algún tipo de discapacidad visual en España debido a enfermedades de la retina . Para reducir el impacto de estas patologías que pueden causar ceguera, alrededor de 30 retinólogos se han reunido en Madrid en la I Jornada de la Precisión, una cita organizada por AbbVie y orientada al debate sobre el mejor abordaje de estas enfermedades oculares.

Una de ellas es el edema macular diabético (EMD). En el transcurso de esta enfermedad que provoca ceguera irreversible, la mácula, la parte central de la retina, se inflama y acumula líquido. Habitualmente, los pacientes suelen percibirlo como una pérdida de visión central, aunque no suelen acudir a consulta hasta que esta es avanzada .

La particularidad del EMD reside en que, aunque la enfermedad es una, los mecanismos involucrados en la causa de esta pueden variar . Según la doctora Maribel López Gálvez, especialista del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega en Oviedo, “tratar de la misma forma a todos los pacientes con EMD ha dejado de tener sentido. Disponemos de la evidencia científica y de múltiples herramientas que nos permiten individualizar el tratamiento, orientándolo al mecanismo fisiopatológico que está provocando el edema”.

De esta forma, insiste la experta, “la medicina de precisión permite hacer un diagnóstico certero del EMD y aplicar el tratamiento correcto para evitar una atrofia de la retina y una pérdida irreversible de la agudeza visual. Tenemos las herramientas para que sea una realidad en las consultas de retina. Los retinólogos españoles hemos sido pioneros en el análisis tomográfico de la retina para diferenciar los edemas maculares inflamatorios de los vasogénicos y en la incorporación de este concepto en las guías de práctica clínica. Podemos sentirnos orgullosos de ser pioneros en su implementación y de servir de ejemplo a otros países”.

Una de las herramientas que indica la doctora López es el análisis de biomarcadores inflamatorios detectables mediante tomografía de coherencia óptica (OCT). Con esta sencilla prueba, los especialistas pueden distinguir aquellos EMD que cursan con inflamación, que suponen hasta el 43,9% de los pacientes con esta patología , y dirigir el tratamiento a esta causa, frenando rápidamente la progresión de la pérdida visual.

Por otro lado, el doctor Maximino Abraldes, especialista del Servicio de Oftalmología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y profesor de la Universidad de Santiago de Compostela, manifestó la necesidad de valorar si es posible aplicar estos métodos de medicina de precisión a otras patologías como el edema macular tras la oclusión venosa retiniana (OVR), una enfermedad en la que una de las venas de la retina se bloquea, impidiendo la circulación sanguínea normal dentro del ojo . Esto causa una acumulación de sangre y líquido en la retina.

“Existe evidencia científica sobre la relación entre diferentes biomarcadores de OCT y los pacientes con edema macular tras OVR. La OVR es una patología que provoca una pérdida abrupta de la agudeza visual, y el tratamiento temprano es clave para evitar una pérdida irreversible de visión. Seleccionar el tratamiento más adecuado, más inmediato e individualizado para cada paciente es el camino para evitar la ceguera irreversible en pacientes con edema macular tras OVR” señaló el doctor Abraldes.

Manejo clínico de precisión

En este contexto, los expertos debatieron en torno a la reciente publicación, por parte de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), de una revisión sistemática de la bibliografía disponible sobre el manejo de patologías de la retina como el EMD.

En el documento se destaca la importancia de determinar los biomarcadores inflamatorios detectables en OCT tanto para el diagnóstico de nuevos pacientes como para la selección del tratamiento más adecuado y posterior seguimiento de cada uno de ellos. De esta forma, se busca facilitar el manejo clínico y la individualización del tratamiento a través de la evidencia científica disponible y la experiencia del paciente.

Cabe recordar que la propia SERV ha incorporado, recientemente, el análisis de biomarcadores inflamatorios a sus algoritmos de manejo del EMD en su última actualización de las guías de práctica clínica . “Ahora es nuestro deber administrar el tratamiento correcto, al paciente correcto, en el momento correcto”, apostilló la doctora Maribel López Gálvez.

Otro de los focos de debate durante la I Jornada de la Precisión fue la incorporación de la inteligencia artificial (IA) a las consultas de los oftalmólogos especialistas en retina. En concreto, existen diferentes softwares basados en esta tecnología que están demostrando su valor para ayudar en el diagnóstico y seguimiento de patologías de la retina.

Un ejemplo es el software NaIA, una herramienta creada por el Hospital Universitario de Navarra (HUN) en colaboración con el Servicio de Tecnologías de la Salud y la Subdirección de Sistemas y Tecnologías para la Salud, y que combina la experiencia clínica con las capacidades que ofrece la IA.

Como explicó el doctor José Andonegui, especialista en el Hospital Universitario de Navarra y profesor asociado de Oftalmología en la Universidad Pública de Navarra, “esta herramienta analiza automáticamente las OCT para identificar y medir los biomarcadores relevantes, que después son almacenados en la historia clínica electrónica de cada paciente. Estos datos se presentan visualmente, de forma que permite a los oftalmólogos evaluar la evolución de la enfermedad y tomar decisiones de tratamiento más informadas y precisas durante las consultas”.

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