AseBio ha presentado al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa una serie de propuestas destinadas a impulsar los mercados de capitales como una de las vías de crecimiento para las empresas biotecnológicas en España.
Según explican desde la entidad “a pesar de la mejora experimentada en el segmento de operaciones privadas de capital (fundamentalmente capital riesgo) en los últimos años, España sigue lejos de disponer de un mercado de financiación de empresas biotech a la altura de las necesidades del ecosistema”. En este sentido, AseBio destaca también las conclusiones del Informe Letta que “suponen una llamada de atención para desarrollar mercados de capitales eficientes en la Unión Europea, que refuercen el mercado único con una unión de ahorro e inversiones, que retenga el ahorro privado interno y atraiga ahorro exterior”.
“La biotecnología y las ciencias de la vida son un símbolo de progreso y de bienestar social. El camino del laboratorio al mercado es largo, y no obedece a las dinámicas habituales de los mercados de capitales: Requiere largos periodos y los procesos regulatorios son tortuosos, por lo que es vital que estas empresas puedan acceder a estas fuentes de financiación. Es importante que los mercados de capitales vean a las empresas ‘biotech’ como fuente de generación de riqueza”, asegura Juan Cruz Cigudosa, Secretario de Estado de Innovación y Ciencia.
Cigudosa participó el pasado día 12 en ka jornada ‘Retos del acceso a los mercados de capitales en el sector de Ciencias de la vida’ organizada por AseBio, junto a SILO, Bird & Bird y BME.
Durante la jornada quedaron expuestas las propuestas de la entidad para impulsar los mercados de capitales como vía de acceso para la financiación de las ‘biotech’ españolas. En esa línea, al igual que plantea el Informe Letta, AseBio considera que BME Growth debería formar parte de la agrupación paneuropea de segmentos small y midcaps, con requisitos menos exigentes y proporcionados a la edad, tamaño y estructura de propiedad de estas compañías.
Desde la Asociación “consideramos positivo incentivar la creación de fondos de empresas cotizadas en BME Growth, así como incentivar la inversión en empresas cotizadas en BME Growth por parte de inversores particulares mejorando el marco fiscal actual para incrementar la liquidez y profundidad”. En este sentido, “vemos que se podrían generalizar las deducciones en el IRPF que han puesto en marcha algunas comunidades autónomas, y maximizar su impacto eliminando los requisitos relativos a la sede social y fiscal de la empresa cotizada”.
Además del BME Growth, existen mercados alternativos internacionales que “pueden ser interesantes como instrumento complementario o para etapas posteriores de internacionalización de la compañía, como Euronext Growth y el NASDAQ”. De cara al aprovechamiento de estos se podrían “articular incentivos análogos a los referidos para empresas cuya sede social y fiscal sea española, aunque se negocien en plataformas internacionales”.
Igualmente aseguran que “compartimos la planteada en el Informe Letta para la creación de un mercado bursátil en la Unión Europea para empresas Deep tech, con normas y supervisión específicas. Una iniciativa que podría tener un significativo impacto en el ecosistema”. Entre ellas, impulsar un Fondo de inversión para salidas a bolsa (Fondo IPOs) dirigido a empresas en sectores estratégicos
En el caso de las compañías biotecnológicas, “la fotografía que observamos de los mercados de capitales españoles revela una modesta presencia: cinco empresas cotizadas en el segundo mercado (BME Growth) y nueve en el mercado continuo. Una situación que encuentra su origen en factores como el perfil conservador del inversor español, unido al reducido tamaño del mercado español que redunda en una reducida liquidez (especialmente relevante en el segundo mercado donde las empresas biotecnológicas más emergentes e innovadoras deberían tener su mercado natural)”.
Para abordar estas limitaciones proponemos “la puesta en marcha de un Fondo de IPOs como una iniciativa público-privada de inversión, que invierta en empresas que salgan a cotizar al mercado de capitales (bien en su fase pre-mercado, durante la OPV/OPS, o en rondas post-OPV/OPS)”.
Igualmente plantean una regulación que facilite que las empresas pre-revenue coticen y crezcan en los mercados de capitales y consideran crucial “establecer un marco regulatorio que permita a este tipo de compañías cotizar y crecer en los mercados de capitales con ampliaciones de capital sucesivas, y a pesar de tratarse de compañías pre-revenue. Para ello, es fundamental que las empresas puedan emitir acciones y realizar ampliaciones de capital de forma ágil y rápida”.
En ese sentido proponen facilitar la emisión de nuevas acciones sin exigir su registro ni desembolso previo de los fondos; facilitar la generación de un precio diferente al de cotización en una colocación privada de una ampliación de capital y facilitar la participación de los minoristas en ampliaciones de capital de forma compatible con las mecánicas de formación del precio y con los tiempos de ejecución de la ampliación.
Además consideran necesario “una fiscalidad que proteja a los fundadores o promotores de empresas de crecimiento que se diluyan por el modelo de crecimiento y financiación, basado en ampliaciones de capital de las empresas pre-revenue”. En este sentido, “proponemos eliminar el límite del 5% de participación mínima en capital para poder beneficiarse del paraguas fiscal de la empresa familiar en el impuesto de patrimonio”.
“Son iniciativas positivas y necesitamos que haya una complementariedad que facilite la salida a Bolsa de estas empresas, necesitamos una alternativa a la financiación tradicional. Entre todos tenemos que conseguir que haya incentivos que animen a las empresas a salir a Bolsa, que vean en esta una vía para cubrir esa parte de la financiación que necesitan, y que así cuenten con todas las opciones a su disposición para que puedan escoger la que mejor se adecúe a sus características”, concluía el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
Según el estudio del Fondo Europeo de Inversiones, entre 2011 y 2016, los mercados de capitales jugaron un papel importante en Europa, cubriendo en torno al 10% de la inversión total. Sin embargo, muchas empresas del sector de la biotecnología y las ciencias de la vida no ven en estos una ruta exitosa para el crecimiento y consideran que la reducida capitalización de los mercados y su liquidez resulta limitante para el ecosistema europeo de financiación.
En el último cuarto de siglo la industria biotecnológica española ha pasado de ser un sector incipiente basado en expectativas, a construir un tejido empresarial en crecimiento y con un impacto real en la economía. La fotografía que observamos en la actualidad del sector revela que las empresas biotech españolas generan un impacto económico del 1,5% del PIB, invierten más de 750 millones de euros en I+D, y se posicionan como el tercer sector industrial en intensidad de inversión en I+D. Además, su capacidad para atraer capital privado destinado a financiar sus proyectos ha mejorado de forma sustancial en los últimos años hasta registrar un máximo histórico de 228 millones de euros en ampliaciones privadas de capital en 2023 (datos referidos exclusivamente a empresas biotech). Para ello, ha sido fundamental el desarrollo de un ecosistema de operadores especializados de capital riesgo que han movilizado 1.300 millones de euros en los últimos 20 años.