El Gobierno de Cataluña, a propuesta del Departamento de Salud, ha puesto en marcha los mecanismos para la reforma de la Ley de ordenación y atención farmacéutica de la comunidad autónoma con la aprobación de la memoria preliminar del Anteproyecto de ley. Prevé iniciar un proceso de consulta con todos los agentes del sector para recoger sus propuestas y analizar sus posibles impactos.
La Ley 31/1991, de 13 de diciembre, de ordenación farmacéutica de Cataluña, fue la primera en esta materia en el conjunto de España tras la transición democrática. Se trata de una ley innovadora que se avanzó mucho en el tiempo a la primera regulación básica estatal –Ley 16/1997, de 25 de abril–, y que, en algunos aspectos, sigue dando una respuesta adecuada a las necesidades de la sociedad y del sector farmacéutico.
La Ley ordena la atención farmacéutica en todos los niveles del sistema sanitario por medio de las oficinas de farmacia, los botiquines, los servicios de farmacia y los depósitos de medicamentos en hospitales y en la atención primaria. También regula las condiciones de los locales y las instalaciones. Complementariamente, regula la formación continuada de los farmacéuticos, e incluye también disposiciones sobre la garantía de la calidad de la información, la promoción y la publicidad de los medicamentos para que no induzcan al consumo.
En los 34 años que han transcurrido desde la aprobación de la Ley, se han producido cambios en todos los ámbitos del entorno (sociales, demográficos, normativos, tecnológicos, económicos, organización del trabajo, culturales...), que hacen necesario adecuar y actualizar la regulación de la ordenación farmacéutica a la nueva realidad, para dar respuesta a los nuevos en Cataluña. En este sentido, en Cataluña se han abordado modificaciones puntuales de la Ley de ordenación farmacéutica en normativa transversal, pero no con una visión global que ahora procede abordar superados con creces los 30 años desde su entrada en vigor.
Con esta iniciativa de consulta pública previa, se pretende adoptar medidas para mejorar el modelo de atención farmacéutica, en todos los ámbitos y en todo el territorio. En particular, los objetivos que se quieren alcanzar a través de esta intervención son: Contribuir a la mejora de la calidad de la asistencia sanitaria que se proporciona a los pacientes desde la vertiente farmacéutica; garantizar la viabilidad y sostenibilidad del modelo de atención farmacéutica de proximidad en todo el territorio, especialmente en el medio rural; fortalecer el papel de los establecimientos y servicios farmacéuticos, así como de las personas que desarrollan su actividad profesional como agentes de salud y simplificar el marco regulador de la ordenación farmacéutica y reforzar su seguridad jurídica.