La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha presentado las iniciativas que tiene en marcha relacionadas con el paciente con VIH. El proyecto Paciente Experto VIH 2.0, cuya finalidad es mejorar el autocuidado a través de las nuevas tecnologías, ha tenido un lugar destacado durante las jornadas.
A través de una escuela virtual de pacientes con VIH, reciben información de la mano de dos tutores, uno paciente y el otro profesional sanitario. Según afirma el coordinador del proyecto, Ramón Alejandro Morillo, farmacéutico especialista en Farmacia Hospitalaria del Hospital Virgen de Valme, en Sevilla, este programa demuestra que las nuevas tecnologías son un recurso muy útil en este nuevo modelo de atención compartida.
Este proyecto, desarrollado por la Universidad de Stanford, tiene como peculiaridad su carácter multidisciplinar, donde participan farmacéuticos de hospital, asociaciones de pacientes, administración sanitaria y sociedades científicas, según subraya Emilio Monte, jefe de sección del Servicio de Farmacia y responsable de la Unidad de Atención Farmacéutica a Pacientes Externos del Hospital Universitario La Fe, de Valencia, que destaca el hecho de que son los pacientes quienes forman a otros pacientes o cuidadores.
Jorge Garrido, director de Apoyo Positivo, considera que iniciativas como Proyecto Paciente Experto VIH 2.0. contribuyen a aumentar el empoderamiento de la persona con VIH. “En materia de prevención hay diferentes programas en marcha, pero para el día a día de la persona VIH positiva se necesitan herramientas que acompañen al paciente y le ayuden a resolver las dudas que se le van presentando”, apunta.
El grupo de trabajo de VIH de la SEFH también ha presentado durante el Congreso el ‘Modelo de selección y estratificación de la Atención Farmacéutica al paciente VIH+’, que permite planificar y optimizar la atención al paciente en función de sus necesidades, no solo desde el punto de vista de la farmacoterapia. El modelo, que estratifica en tres niveles de atención, es fruto del trabajo de farmacéuticos de varios centros de España, en colaboración con especialistas clínicos, e incluye variables no solo relacionadas con la medicación (antirretrorival y concomitante) sino también demográficas, del estado cognitivo y funcional, variables de apoyo familiar y de uso de recursos sanitarios.